domingo, 18 de mayo de 2014

¿LOS EVANGÉLICOS QUIEREN SER CATÓLICOS?

Mientras los cristianos en general, en este caso los hermanos Bautistas, siguen su ritmo “normal”, sus renombrados líderes están tratando a todo dar para ver si pueden llevar a sus rebaños al Vaticano, muchos de los cuales nunca estuvieron allí,
ya que son hijos de padres cristianos. Pero aquellos que lograron escapar del paganismo vaticano, o bien se alejarán de su tan apreciada Convención Bautista, o darán cumplimiento a lo que dice el apóstol, cuando escribió: “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 P. 2:21,22). ¡Quién diría que los líderes Bautistas estarían ocupándose de cómo lograr el regreso al catolicismo romano! A esta altura no creemos que los miembros de dicha Convención desconozcan este lamentable hecho de traición a los principios bíblicos que en el pasado constituían una sólida base para mantenerse alejados de tan corrupta organización y tanto paganismo, con sus pomposas concentraciones y sus sistemas babilónicos de adoración de dioses y diosas.
“El expositor Bautista”, órgano oficial de la Convención Bautista argentina, en su edición que corresponde al mes de Febrero del 2002, aparece el siguiente título: 
“REUNIÓN CUMBRE ENTRE CATÓLICOS Y BAUTISTAS”
Luego sigue:
Durante los días 5 al 7 de diciembre pasados, se llevó a cabo una histórica ronda de conversaciones fraternales entre altos dignatarios de la Iglesia Católica Romana y de la Alianza Mundial Bautista (Baptist World Alliance).
Claro que esto no es exclusividad de la Convención Bautista argentina, sino de la misma Alianza Mundial Bautista. Otro detalle que debo aclarar, es que no se trata de católicos buscando la unidad con los bautistas, sino que son éstos los que buscan a los católicos. Esto ocurre al máximo nivel, nada menos que la AMB. El artículo sigue diciendo:
El encuentro tuvo lugar en las instalaciones del Seminario Internacional Teológico Bautista en Buenos Aires, en el marco de las conversaciones tendientes a la búsqueda de acercamiento y fortalecimiento de vínculos entre católicos y bautistas.
Estas reuniones están relacionadas con una serie de conversaciones internacionales oficiales que ambos grupos han sostenido entre 1984 y 1988. Como resultado, en 1990 se publicó un informe titulado:“Llamamiento a Testificar de Cristo en el Mundo de Hoy”.
Entre los asistentes al encuentro en Buenos Aires se destaca la presencia del Cardenal Walter Kasper (Alemania), Presidente del Pontificio Concejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y enviado especialmente desde el Vaticano para este evento. Además, los obispos Marc Ouellet, John A. Radano y Julio Terán Dutari (Ecuador), los sacerdotes Juan Usma Gómez, Gabriele Cipriano (Brasil), y Jorge Scampini, Carlos Schickendantz y Francesco Ballarini (los tres de la Argentina).
Por el otro lado, el organismo bautista mundial estuvo representado por su Secretario General, el Dr. Denton Lotz (EE.UU.); Dr. Tony Cupit (Australia), director de Evangelismo, Educación, Estudios y Desarrollo; Dr. Nilson Fanini (Brasil), ex presidente de la Alianza; el Dr. Raúl Scialabba (Argentina), uno de los dieciséis vicepresidentes del organismo; Amparo de Medina (Colombia), Nancy Bedford (Argentina), Paul Eustache (Venezuela), Josué Fonseca (Chile), Tomás Mackey (Argentina), Harold Segura C. (Colombia), Fausto Aguiar de Vasconcelos (Brasil), Emigdio Veizaga G. (Bolivia) y Carlos Villanueva (Argentina).
Las sesiones se llevaron a cabo en un riguroso ámbito cerrado. Pero el jueves 6 de diciembre, por la noche, hubo una celebración abierta a todo público. La liturgia austera para esa ocasión contempló la participación por partes iguales de católicos y bautistas. Se inició con una alabanza comunitaria a través de la lectura antifonal del Salmo 133. Acto seguido, se leyó una Oración por el Perdón, a la que los asistentes respondían:“Señor, ten piedad de nosotros”. Algunos números musicales, a cargo de nuestra hermana Leticia de Clark y un conjunto juvenil de una parroquia en Berazategui, dieron un toque de color a la celebración.
El momento central del acto estuvo a cargo del Dr. Denton Lotz y del Cardenal Walter Kasper. Lotz transmitió saludos de los cien millones de bautistas de todo el mundo y en especial del presidente de la AMB, Billy Kim (Corea). El cardenal Kasper presentó los saludos del papa Juan Pablo II.
El programa de las reuniones para el primer día incluyó “Temas teológicos entre Bautistas y Católicos en América Latina”, que fue expuesto por Makey, Vasconcelos, Medina y Fonseca, del lado bautista. Los panelistas católicos fueron el obispo Dutari, y los sacerdotes Cipriani, Scampini y Schickendantz.
El segundo día se trabajó sobre una ponencia del cardenal Kasper, titulada: “La noción de communio como base para la conversación en temas controversiales”. Kasper expuso la necesidad de entender en qué consiste la comunión cristiana a partir de las Sagradas Escrituras. Explicó, también, que el documento Dominus Iesus “no dice que las comunidades eclesiales de la Reforma no son iglesias; sólo sostiene que no son iglesias propiamente tales” en el sentido Católico.
Vale la pena comentar siquiera en líneas generales este gran encuentro ecuménico entre los... “altos dignatarios” en un Seminario Teológico Bautista. Serán altos en nivel humano, pero ciertamente son enanos en lo que a sana doctrina se refiere. La ponencia del cardenal Kasper se tituló: “La noción de communio como base para la conversación en temas controversiales”. No dice que la Biblia será la base para la conversación en temas controversiales... Pero... ¿qué comunión verdadera puede haber entre cristianos y católicos, si se los mide a través de la Biblia? Prácticamente no existen doctrinas bíblicas en las que católicos y cristianos puedan estar de acuerdo. Tomemos solamente algunos ejemplos:
1• El católico cree que las obras buenas salvan, pero la Biblia enseña que la salvación es enteramente por la gracia divina (Ef. 2:8,9).
2• El católico cree que es la iglesia suya la que tiene derecho o autoridad para “dispensar las gracias”, pero la Biblia enseña que la gracia divina está disponible para todos y que es Dios mismo quien se la ofrece (Ro. 3:24,25).
3• El católico cree en la inmaculada concepción de María, pero la Biblia dice que la grandeza de María consiste en que ella reconoció a Jesús como su Señor, su Dios y su Salvador, y que todos somos pecadores incluyendo a María (Ro. 3:23; Lc. 1:45).
4• El católico cree en una iglesia con sus jerarquías, pero la Biblia enseña que el único que tiene jerarquía es Jesucristo; y todos los salvos somos hermanos (Mt. 23:8-10).
5• El católico cree que en la misa se vuelve a sacrificar a Cristo por medio de un supersticioso concepto de transubstanciación, pero la Biblia enseña que la Cena del Señor es en conmemoración de la muerte de Cristo (1 Co. 11:23-25; He. 10:11,14).
6• El católico cree que es su deber confesar sus pecados a un sacerdote, pero la Biblia enseña que el único que tiene autoridad para perdonar pecados es el Señor (Mt. 9:1-6).
7• El católico sostiene que el celibato es exigido para desempeñarse como “sacerdote”, pero la Biblia enseña que el celibato es doctrina de demonio (1 Ti. 4:1-3; 1 Co. 7:8,9).
8• El católico insiste en unirse, pero la Biblia dice: “salid de en medio de ellos pueblo mío” (2 Co. 6:14-18).
9• El católico enseña que el bautismo le hace cristiano a uno, pero la Biblia enseña que es Cristo quien lo hace (Hch. 3:19; Jn. 1:12 y 5:24).
10• El católico enseña que María es nuestra mediadora, pero la Biblia enseña que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo (1 Ti. 2:5).
11• El católico enseña que el papa es el sucesor de Pedro y la cabeza de la iglesia. Pero la Biblia dice que Pedro no tuvo sucesor alguno ni era jerarca en sus días y que la cabeza de la iglesia es Cristo mismo (Ef. 5:23).
12• El católico enseña que su iglesia es la única verdadera y que fuera de ella no hay salvación. Pero la Biblia enseña que la única iglesia es la de Cristo y que Cristo mismo es el único Salvador. Fuera de él no hay iglesia ni medio alguno de salvación (Jn. 14:6).
13• El católico canoniza a sus “santos”, pero la Biblia enseña que todos los salvos son santos (1 Co. 1:1,2; Fil. 4:21,22).
14• El católico coloca la tradición de la iglesia a la par con las Escrituras. Pero el cristiano toma la Biblia como la única autoridad divina y que la tradición de los hombres invalida la palabra de Dios (Mt. 15:1-9; 2 Ti. 3:16,17; Pr. 30:5,6).
Las diferencias son interminables. Estas son solamente algunas de ellas. Pero... ¿qué le parece las futuras congregaciones, producto de esta unión adúltera? Sólo piense por un momento en una reunión donde desaparecen las diferencias. Supongamos que católicos y cristianos están todos juntos, probablemente en un templo donde antes se congregaban los cristianos o en una catedral católica. El que dirige es un protestante, el Rev. Beizaga, digamos. De pie en la plataforma, dice: “Hermanos, vamos a cantar para alabanza del Señor”“¿Qué les parece si cantamos el himno, Sublime gracia del Señor?” ¡Amén! grita alguien en el auditorio. Luego quien dirige, agrega, pero... por favor donde dice “sublime gracia del Señor”, cambien por... “Sublime Gracia de María”. Una vez ensayado y bien cantado, el período de “alabanza” continúa y ahora se anuncia otro “himno”. Hermanos, cantemos ahora “Ave María”, pero... yo le pido al cardenal Kasper que por favor dirija este himno que todavía no lo conozco... El cardenal se excusa con una sonrisa cínica, diciendo... mándenme a confesar o hacer misa y mandar a quienes están bajo mis órdenes; pero no me obliguen a cantar, porque no tengo oído musical. Recomiendo que lo haga el Dr. Fanini. Este se pone de pie y anuncia: “Ta bom hermaos...” y continúa en un... portuñol diciendo: Si quieren que yo dirija, está bien, pero tendrán que cantar en portugués porque yo soy brasileño...
A esta altura ya la reunión está bien inspirada. Parece que a todos les gusta este... “período de alabanza”. No olvidemos que esto de... “alabanza” ha sido practicado por muchos años, pues tanto católicos como carismáticos lo han hecho y siguen haciendo, habiendo descubierto, entre las tantas “revelaciones” que tuvieron, que ahora Dios lo único que desea es alabanza.
De modo que si esa... “alabanza” une a los cristianos, si hace que uno se sienta bien, Dios está sonriente en el cielo mirando algo tan hermoso que se está produciendo en la tierra.
¿Y qué en cuanto a las confesiones y el celibato...? Porque ahora los pastores que ya se han casado, no podrán ser tan célibes como los católicos. Pero, por lo menos podrán vestir sotana negra y sin duda aprenderán a confesar. Los templos de los cristianos que se adhieran a esta corrupción y paganismo, tendrán que cambiar en buena parte. Algunas imágenes de la “siempre virgen María”, algún lugar donde prender velas y, ciertamente, el confesionario. ¿Y en cuanto a la misa? Bueno, tan sólo los movimientos del “ministro”, que este caso requiere, será difícil aprender. Son más de 30 diferentes movimientos que el sacerdote tiene que hacer. Que de frente al público, que de espaldas, que de perfil, que agacharse, que levantar dos dedos, luego tres, que arrodillarse, que murmurar algunas palabras etc... Por supuesto que los pastores ya mayores rechazarán todo esto aduciendo que no podrán recordar tantas cosas. Pero los jóvenes que desearán dedicarse al “ministerio” tendrán que concurrir a seminarios católicos, porque, no olvidemos, el catolicismo no cederá ni un milímetro. El cristiano tendrá que cederlo todo. Sus convicciones, si alguna vez las tenía, sus principios de fe, doctrinas y todo cuanto tiene que ver con las Escrituras. Además, tendrá que adoptar el culto a los “santos”, el sistema babilónico jerárquico de esta prostitución religiosa y el culto a María, que ahora es ascendida a... Reina del Cielo. ¿Lo harán los pastores bautistas? Si no tuvieran intenciones para hacerlo, jamás buscarían a los católicos haciendo sus peregrinaciones a la meca del Vaticano y luego abriendo las puertas de sus propias instituciones teológicas para estos “profetas de Baal”. Esta es una muestra más de la“abominación desoladora” (Mt. 24:15).
¿Cómo llama la Biblia a estos encuentros? Permítame citarle algunos textos que nos advierten de estos días:
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Co. 11: 13-15).
¿Es posible que pastores tan renombrados estén dentro de esta categoría? Bueno, de ser posible, sí, lo es. No pretendo asegurar que en cada caso tenemos a estos “obreros fraudulentos”, porque esto lo juzgará Dios. Sin embargo este esfuerzo sistemático, valiéndose de sus posiciones de liderazgo, de guiar a tantos cristianos sencillos en dirección al paganismo, es asunto muy serio y es severamente denunciado en las Escrituras, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamentos. Recordemos a Balaam, que obtenía revelaciones divinas y sin embargo, llegado el momento, se comprobó que se trataba de un hombre que había amado más el oro que se le ofrecía si maldecía a Israel, que al mismo Dios de quien recibió tanta revelación.
Si quiere familiarizarse con este “Rev. Balaam” lea en Nm. 22 y varios otros pasajes incluso en el N. Testamento donde es mencionado, por ejemplo en 2 P. 2:15, Jud. 11 y Ap. 2:14.
Este hombre corrompió a Israel cuando aconsejó a Balac para que tratara que los jóvenes israelitas se casaran con las moabitas paganas. Así lo consiguió todo. Estos “líderes” bautistas son por lo visto alumnos del Rev. Balaam y ofrecen la misma dañina, prohibida y peligrosa unión. Sabrá Dios tratarlo a cada uno cuando llegue el día. También Pedro habla de ellos, cuando dice: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercaderías de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 P. 2: 1-3).
Cuando en 1960 se hablaba tanto del Concilio Vaticano II, muchos de los pastores bautistas y de otras denominaciones bíblicas, no querían ni perder tiempo para discutir el asunto, pues parecía completamente fuera de toda posibilidad de que el deseo del Vaticano de la... “unidad de los cristianos” pudiera realizarse bajo el liderazgo, amparo y filosofía del catolicismo. Pero, aunque tuvieron que pasar 40 años, el enemigo de nuestras almas tiene algo que debemos reconocer. Satanás tiene mucha paciencia.
Tanto es así que llegó el momento cuando los que sí conocieron la verdad, resultaron ser quienes ahora buscan esa “unidad”. Por supuesto que no pretendemos decir que todos los bautistas van en la misma dirección, porque sabemos que los hay muchos que son fieles a la Palabra y a la sana doctrina. Lo que resulta alarmante, es que tanto el presidente como el secretario de la AMB son parte clave de esta conspiración de los principios bíblicos.
Lo que estamos viendo y viviendo, se llama simplemente apostasía. Apostasía es lo que conocemos como una rebelión contra Dios. No es nada nuevo. Comenzó en el Edén cuando Eva, al desobedecer a Dios, hizo alianza mundial con Lucero. ¡Parecía tan hermoso, tan auténtico, tan deseoso de ayudar a Eva a ascender un poco más hasta llegar a ser su propia diosa! Por otra parte, las palabras... “no moriréis”sonaron agradables a sus oídos.
Puede Ud. estar seguro que esta marcha “de regreso a Roma” nadie la detendrá. Esto queda por cuenta de cada uno, unirse o no a semejante rebelión. Tenemos un caso que nos muestra cómo, cuando aquellos que conocieron al verdadero Dios, se rebelan y cómo están determinados a no ceder, aunque tengan todas las evidencias de su equivocación. Podemos estar seguros que el culto a María no es negociable para el catolicismo romano. Ella es simplemente la primera en la escala de la deidad, es decir: María, Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Pero debemos saber que cuando ellos invocan el nombre “María”, no se están refiriendo a la sencilla aldeana, que fuera madre de Jesús. Es completamente otra esta María que llegó a ser diosa del paganismo desde los días de Nimrod. En los años después del diluvio en los días de Noé, la humanidad guiada por un hombre diabólico llamado Nimrod y su terrible esposa llamada Semiramis, congregaron a la humanidad en la planicie de Sinar o Babilonia antigua. Construyeron una ciudad y una torre para practicar la astrología y comunicarse con los demonios. Lo siguiente que hicieron fue sustituir la gloria de Dios por imágenes o ídolos, de hombres, aves, cuadrúpedos e incluso reptiles. Aquí nació la idolatría, el paganismo y el politeísmo. Ralph Woodrow en su libro Babilonia Ministerio Religioso, dice:
Uno de los ejemplos más sobresalientes de cómo el paganismo babilónico ha continuado hasta nuestros días, puede verse en la forma en que la iglesia romana inventó el culto a María, para reemplazar el antiguo culto a la diosa madre de Babilonia... Después de la muerte de Nimrod, su adúltera esposa dio a luz a un hijo del que afirmó había sido concebido sobrenaturalmente. Proclamó que éste era un dios-hombre, que era Nimrod mismo su líder, que había renacido y que tanto ella como su hijo eran divinos. Esta historia era ampliamente conocida en la antigua Babilonia y se desarrolló en un culto bien establecido, el culto de la madre y el hijo. Numerosos monumentos de Babilonia muestran a la diosa madre Semiramis con su hijo Tammuz en sus brazos.
Ahora cuando el pueblo de Babilonia fue disperso en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo el culto a la divina madre y al dios-hijo. Esto explica por qué todas las naciones en tiempos pasados adoraban a la divina madre y a su hijo de una u otra forma.
Entre los chinos se la llamaba la diosa madre “Shingmoo” y se representa con un niño en los brazos y rayos de gloria alrededor de su cabeza. Los germanos veneraban a la virgen “Hertha” con un niño en los brazos. Los escandivos la llaman “Disa”, y también la representan con el niño en los brazos. Los estrucos la llaman “Nutria”, en India, la “Indrani”, que también era representada con un niño en los brazos, y también entre los druidas adoraban a la “Virgo Paritura”, como a la “Madre de Dios”.
La madre babilónica era conocida como “Afrodita” o “Ceres”, por los griegos; “Nana” por los sumerios, y como“Venus” o “Fortuna” por sus devotos en los viejos días de Roma, su hijo era conocido como “Júpiter” (Babilona Misterio Religioso, páginas 19 y 20).
Siempre los cultos paganos llegaron a ser muy bien recibidos en las diferentes regiones del mundo. Cuando Constantino firmó el decreto haciendo su imperio “cristiano”, de la noche a la mañana los sacerdotes de Semiramis con su hijo en brazos, pasaron a ser “cristianos por decreto imperial”. Desconociendo totalmente las Escrituras y las enseñanzas de Cristo y de los apóstoles, pronto descubrieron que podrían continuar con su diosa “madre-hijo” con sólo cambiar los rótulos, colocando María en lugar de Semiramis y Nimrod. Y como además la religión del imperio contaba con innumerables dioses y diosas para cada día, era fácil reemplazarlos con los “santos para cada día”.
En los días del profeta Jeremías, los judíos que se habían alejado mucho de Dios y finalmente un buen grupo regresó a Egipto, Jeremías les habló de parte de Dios. Pero... ¿le hicieron caso? Ellos le dijeron:
“La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?” (Jer. 44:16-19).
El texto sigue y más adelante Dios dice: “He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo” (Jer. 44:27).
Dios prohíbe terminantemente rendir culto a nadie fuera de él. Aun si la María del romanismo fuese la madre de Jesús. La Biblia prohíbe tal cosa y ciertamente considera idólatra y pagano a quien lo hace. La Biblia dice que el paradero de los idólatras es el infierno de fuego. Si Ud. es tan ingenuo que cree que el romanismo dejará la idolatría y renunciará todo culto a María, a la cual según ellos, se la llevaron al cielo en 1950, Ud. debe ser muy ingenuo, además de ignorante.
¿Qué dirán estos... “líderes bautistas” cuando comparezcan ante el Juez de toda la tierra? Por otra parte, ¿hallará Ud. alguna excusa para justificar su actitud ante esta acelerada marcha para levantar una sublevación colectiva contra Dios y su palabra.
Mas adelante en la misma publicación del EB, dice:
“Según el pastor Josué Fonseca, en las conversaciones se comprobó que existe un cambio marcadamente positivo en las relaciones de respeto mutuo, aunque quedan aun muchos prejuicios entre sectores bautistas y católicos”
Se habla de “cambios marcadamente positivos”. ¿Qué o quién cambió? ¿Será que los católicos se deshicieron del papado, de sus tradiciones, de la idolatría y comenzaron a predicar claramente el Evangelio para que se arrepientan los pecadores y sean salvos, comenzando con el mismo papa y sus cardenales? Por cierto que no, porque se está estableciendo “el respeto mutuo”. Ningún cristiano que participe de semejante “diálogo” se animaría a decirle a su interlocutor que él necesita recibir por la fe a Jesucristo y reconocer que la salvación es por la gracia divina, no por obras. Porque si dice tal cosa, se acaba el tan acariciado...”respeto mutuo”.
Este... respeto, si lo hay, no debe sacrificar las sanas doctrinas bíblicas. No es ningún respeto al prójimo cuando, sabiendo un cristiano que el católico va al infierno, no le dice nada para no faltarle respeto. Fue justamente esta manera directa, clara y sin evasivas que usó Jesús con el “papado” de sus días, especialmente en Mateo 23, que le costó la cruz. Luego otro tanto ocurrió con Esteban. ¡Qué hombre más valiente cuando pronuncia las últimas palabras en su largo capítulo de Hechos 7!
El mismo documento luego sigue:
“Otro aspecto de las declaraciones menciona que “dialogar”, orar juntos, conocernos mejor, respetarnos y trabajar en bien de la causa del Reino de Dios no significa renunciar a las convicciones doctrinales particulares. Tampoco se tiene la aspiración ingenua de agruparnos en una sola institución eclesial”.
¿Cómo pueden orar juntos católicos y cristianos? ¿Acaso no es cierto que cada cristiano lo es mediante el nuevo nacimiento, por haberse arrepentido de sus pecados y haber recibido a Jesucristo como su Salvador? ¿Es posible que una persona regenerada por el poder de Dios permanezca en el catolicismo romano?
Si vamos al Nuevo Testamento, inmediatamente notaremos que los cristianos todos tenían algo en común. Todos ellos oyeron el Evangelio, se arrepintieron de sus pecados y fueron añadidos, por medio del Espíritu Santo, al rebaño de Dios, a la iglesia. En cuanto a los demás, aunque eran religiosos y muchos de ellos creían en Dios, al no reconocer a Jesucristo como el único Salvador, la Biblia dice de ellos.
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos” (Hch. 5:12,13a).
Más adelante habló el Dr. Fanini, y en parte dijo:
“En estas conversaciones, observé que tenemos diferencias. Pero la Iglesia Católica está con otra actitud, pidiendo perdón por las cosas malas que ha hecho en América Latina, en particular en Brasil, y en todas partes del mundo; hay una nueva actitud de parte de la Iglesia”.
Sería interesante preguntar a este personaje a quién el catolicismo pidió perdón. Si pidieron perdón a Dios, deberían de abandonar definitivamente su sistema religioso idolátrico. No pueden ya pedir perdón a aquellos a quienes mataron, descuartizaron, los quemaron vivos y lo hicieron en nombre de la santa iglesia católica. Los torturadores y los torturados ya todos murieron y están en sus respectivas eternidades.
Parece que nuestros “altos dignatarios” olvidaron ya la historia, los atropellos del catolicismo romano contra los cristianos.
Tal vez alguien se pregunte cuándo es que se produjo la separación entre Católicos romanos y cristianos. Algunos piensan que esto ocurrió en la Reforma encabezada por Lutero. Pero la verdad es que el Catolicismo y el Cristianismo son dos corrientes que tienen orígenes diferentes y nunca eran una sola iglesia. El cristianismo comienza con los 120 que estuvieron en el aposento alto y recibieron el advenimiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Mientras que el Catolicismo romano nace recién en el año 312 (algunos historiadores colocan la fecha de 313), cuando Constantino, un individuo que pretendía ser cristiano, decretó que el cristianismo fuese la religión de su imperio. Los que no llamaban Señor al Emperador, se mantuvieron fieles a Cristo e insistían que Jesús es el Señor. Tras la muerte de Constantino vinieron otros papas con amplios poderes y comenzaron a perseguir a los cristianos de nuevo.
Aconsejo que todos mis hermanos lean el libro ya citado “Babilonia Misterio Religioso” de Ralph Woodrow. Todo debidamente documentado. El catolicismo no practica hoy las atrocidades de entonces, no porque haya cambiado, sino porque el mundo presente no permitiría tales abusos.
Cuando el Dr. Fanini dice que... “la iglesia católica está con otra actitud, pidiendo perdón por las cosas malas hechas...”
Esto es para consumo de los incautos. Pueden mis hermanos tener la seguridad que estos encuentros intentan por todos los medios, llevar a todos los cristianos al paganismo romano a cualquier precio. Ciertamente hay que dejar una apariencia de que... uno cede un poco aquí y otro poco allá, pero cuando se lee con cuidado, uno nota las contradicciones.
Por ejemplo menciona al cardenal Kasper quien dijo: “que el documento Dominus Iesus no dice que las comunidades eclesiales de la Reforma no son iglesias, solo sostiene que no son iglesias propiamente tales, en el sentido católico”.
Abiertamente dice que los cristianos no constituyen la iglesia. Por cierto los cristianos nunca quisiéramos ser iglesia “en el sentido Católico Romano”, porque en tal caso dejaríamos de ser de Cristo y seríamos del Papa y de María. Preferimos continuar siendo de Aquel que murió y resucitó por nosotros, quien ascendió al cielo y descenderá y atraerá a sí mismo a todos los suyos.
Este teatro de encuentros ecuménicos sería realmente cómico de no ser extremadamente peligroso y lamentable por la confusión que ello representa a tantos cristianos sencillos que creen en la Palabra de Dios, pero no tienen la oportunidad de conocer más a fondo las doctrinas fundamentales. En esto están hombres tales como el pastor Mackey, Vasconcelos, Medina y Fonseca. No los conozco a todos, pero sé que son líderes.
Debemos admitir que la Biblia habla de una iglesia que será vomitada por el Señor Ap. 3:14-22. Es la iglesia de Laodicea, la que simboliza la iglesia de hoy. Se jacta de riqueza, de gran conocimiento, de muchos millones de miembros, pero no se da cuenta que a los ojos de Dios... “tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (v.17b).
Mi querido hermano, nosotros vivimos días cuando nos corresponde separarnos, apartarnos, alejarnos, tal como hicieran Lot y su familia cuando huían de Sodoma. No debemos ni tenemos por qué preocuparnos por este tipo de unidad con todo viento de doctrinas paganas, como lo es el catolicismo romano y el protestantismo liberal.
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y que concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?... Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Co. 6:14-18).
Hermano, es mucho mejor seguir contando a nuestro favor con el Señor Todopoderoso que con un pobre y miserable pecador que asume funciones que pertenecen exclusivamente a la deidad. Manténgase firme en la Palabra de Dios, “Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma” (He. 10:37,38).
Todos los cristianos, en todos los tiempos y en todo el planeta, están unidos. El que tengamos diferentes denominaciones, no significa la falta de unidad, ya que al unirnos, cada uno individualmente con Cristo, lo estamos entre nosotros también.
Si de evangelización se trata, el Catolicismo romano nunca evangelizó ni evangeliza. Lo que hace es fabricar“cristianos” mediante agua bendita y otras supersticiones.
Desde que el Señor entregó lo que conocemos como “La Gran Comisión” (Mt. 28:18-20), sus seguidores así lo han hecho y nosotros, como cristianos evangélicos debemos continuar haciéndolo.
La evangelización no fue dada a budistas, ni a hindúes, ni al islam, ni al catolicismo romano. El Señor no habló al emperador romano para que evangelice. Fue dada esta comisión a un grupo de humildes pescadores, pero que tenían en sí mismos el mayor tesoro del mundo, la vida eterna y la palabra de Dios.
Si su iglesia o su pastor, en algún grado colabora con el ecumenismo, aléjese de la tal iglesia y no participe ni colabore con este tipo de “evangelio”.
No tema ser tildado de separatista, de divisionista, cuando se trata de defender la sana doctrina, los principios bíblicos.
Es tan sutil el engaño de nuestros días que muchos cristianos que desean sinceramente permanecer fieles al Señor, por desconocer las Escrituras, caen víctimas de tan dulce invitación para... “olvidar el pasado a fin de salvar al mundo”. ¿Acaso no suena esto a... cristianismo? No, no lo es, porque para poder proclamar el Evangelio a otros, el que lo hace debe conocer personalmente a Jesucristo como su Salvador.
Mientras que el Señor nos tiene aquí (a Su Iglesia), debemos hacer lo que dice Su palabra:
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos...” (Jud. 3,4a).
Esta advertencia explica el por qué de esos encuentros de los “altos dignatarios”. Puede que sean “altos” a los ojos de los hombres, pero el Señor nos dice: “Porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (Lc. 16:15b). El Señor nos advierte. “Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Is. 3:12b).

lunes, 5 de mayo de 2014

ARMINIANISMO O CALVINISMO?



Por W. J. Seaton
(Pastor de la Iglesia Bautista Reformada de Inverness, Escocia)



Prefacio:

Difícilmente hay otra palabra que despierte tanta sospecha, desconfianza y aun animosidad entre quienes profesan el cristianismo, como la palabra Calvinismo. Y sin embargo, el rechazo que brota contra este sistema y contra todos aquellos que lo abrazan y lo predican, es un celo que no es conforme a ciencia. El siguiente artículo ha sido escrito con la esperanza de que mucho del insulto que ha sido arrojado sobre el sistema de teología calvinista sea retirado; y de que la verdad de esta gran enseñanza, la cual fue la columna vertebral de nuestros padres en la fe, y fortaleza de la iglesia en una época mucho más gloriosa que la nuestra, pueda ser vista con claridad.

Introducción

Debemos iniciar en Holanda, en el año de 1610. Jacobo Arminio, un profesor holandés, muere, y sus enseñanzas son formuladas por sus seguidores, conocidos como "arminianos," en cinco puntos principales de doctrina. Hasta ese momento, las iglesias de Holanda, en común con la mayoría de las iglesias protestantes de Europa, habían adoptado las Confesiones de Fe de Bélgica y de Heidelberg, las cuales se apegan a las enseñanzas Reformadas (es decir, calvinistas). Sin embargo, los arminianos querían cambiar esta posición, y presentaron sus cinco puntos en la forma de una queja o protesta ante la Corte holandesa. Los cinco puntos del arminianismo eran los siguientes:

1. El libre albedrío o la capacidad humana. Este punto enseñaba que el hombre, aunque afectado por la caída de Adán, tenía la capacidad espiritual de escoger el bien espiritual, y era capaz de ejercitar la fe en Dios, a fin de recibir el Evangelio, y de este modo obtener por sí mismo la salvación.

2. La elección condicional. Este punto enseñaba que Dios puso Sus manos sobre todos aquellos individuos que sabía, o preveía, que iban a responder al Evangelio. Dios eligió a aquellas personas que Él vio que querrían ser salvadas por medio de su libre albedrío, a pesar de su estado natural caído; por supuesto que, de conformidad al primer punto del arminianismo, este estado no era de caída total o de depravación total.

3. La redención universal o expiación general. Este punto enseñaba que Cristo murió para salvar a todos los hombres; pero sólo de un modo potencial. La muerte de Cristo hizo posible que Dios perdonara a los pecadores, pero únicamente a condición que ellos creyeran.

4. La obra del Espíritu Santo en la regeneración está limitada por la voluntad humana. Este punto enseñaba que el Espíritu Santo, cuando comienza la obra de traer a una persona a Cristo, puede ser eficazmente resistido y Sus propósitos frustrados. No podría impartir vida a menos que el pecador quisiera voluntariamente que esta vida le fuera impartida.

5. La caída de la gracia. Este punto enseñaba que un hombre salvo, podría final y definitivamente perder la salvación. Esto es, por supuesto, el resultado lógico y natural de todo el sistema. Es decir, si el hombre debe tomar la iniciativa en su salvación, es él quien debe retener la responsabilidad del resultado final.

Los cinco puntos del arminianismo fueron presentados al Estado y fue convocado un Sínodo Nacional de la Iglesia para reunirse en Dort, en el año de 1618, para examinar las enseñanzas de Arminio, a la luz de las Escrituras. El Sínodo de Dort sostuvo 154 sesiones durante un período de siete meses, pero al final no se pudo encontrar ninguna base sobre la cual reconciliar el puno de vista arminiano, con lo expuesto en la Palabra de Dios. Entonces, el Sínodo de Dort formuló sus cinco puntos del Calvinismo, para contrarrestar al sistema arminiano, afirmando así la postura sostenida por la Reforma, y formulada por el teólogo francés Juan Calvino. Algunas veces estos puntos son presentados en forma de un acróstico, usando la palabra "TULIP" (en inglés), como sigue:

T Total Depravity (Depravación Total)

U Unconditional Election (Elección Incondicional)

L Limited Atonement (Redención Limitada o Particular)

I Irresistible Calling (Llamamiento Eficaz o Irresistible)

P Perseverance of the Saints (Perseverancia de los Santos)

Como puede verse con facilidad, estos cinco puntos están en completa oposición a los cinco puntos del Arminianismo. El hombre es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo, porque está "totalmente" caído, a causa de la caída en el huerto del Edén. Y si es incapaz de salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Y si Dios debe salvarle, entonces Dios debe ser libre para salvar a los que Él quiera. Si Dios ha decretado salvar a los que Él quiere, entonces, es por éstos por quienes Cristo hizo expiación en la cruz. Y Si Cristo murió por ellos, entonces el Espíritu Santo les llamará eficazmente a la salvación. Entonces, si la salvación ha venido desde el principio de Dios, también el fin vendrá de Él, y así los creyentes perseverarán para el gozo eterno.

Estos son los así llamados Cinco Puntos del Calvinismo. Vamos a proceder ahora a examinarlos con más detalle, puesto que están basados firmemente en la Palabra de Dios; y fueron sostenidos tenazmente por nuestros antepasados "en la fe que ha sido una vez dada a los santos." Y por aquella fe estamos dispuestos a contender con valor. Veremos la verdad a la cual se refirióCharles Haddon Spurgeon, cuando declaró: "No es ninguna novedad, entonces, lo que estoy predicando; no es una nueva doctrina. Amo proclamar aquellas grandes doctrinas antiguas apodadas Calvinismo, pero que son verdaderamente la verdad revelada de Dios, tal como es en Cristo Jesús."

1. LA DEPRAVACIÓN TOTAL

Al considerar el primero de los cinco puntos principales del Calvinismo, ciertamente lo que debería impresionarnos es el hecho que este sistema comienza con algo que debe ser fundamental en el asunto de la salvación, es decir, la correcta valoración de la condición espiritual de la persona que ha de ser salvada. Si tenemos puntos de vista deficientes o superficiales acerca del pecado, entonces estaremos sujetos a tener puntos de vista equivocados en relación a los medios necesarios para la salvación del pecador. Si creemos que la caída del hombre en el huerto del Edén, fue solamente algo parcial, entonces muy probablemente estaremos satisfechos con una salvación atribuible parcialmente al hombre, y parcialmente a Dios. Cuán sensatas son las palabras de J. C. Ryle en este punto: "Hay muy pocos errores y falsas doctrinas," dice, "cuyos principios no puedan ser atribuidos a un punto de vista defectuoso acerca de la corrupción de la naturaleza humana. Errores en el diagnóstico de una enfermedad, siempre traerán consigo fallas en la administración del remedio. Igualmente, conceptos equivocados acerca de la corrupción de la naturaleza humana, traerán siempre equivocaciones acerca del gran antídoto y cura de tal corrupción."

Completamente conscientes de la situación, los teólogos de la Reforma y todos aquellos que formularon las enseñanzas reformadas en estos cinco puntos en el Sínodo de Dort, con recomendaciones basadas firmemente en las Escrituras, declararon que el estado natural del hombre es un estado de depravación total y, por lo tanto, hay una incapacidad total por parte del hombre para ganar o para contribuir a su propia salvación.

Sin embargo, cuando los calvinistas hablan de depravación total, no quieren decir que todo hombre sea malo hasta el límite de su maldad, ni que el hombre sea incapaz de reconocer la voluntad de Dios; ni tampoco que sea incapaz de hacer algún bien a sus semejantes, o aun de rendir una lealtad externa en la adoración a Dios. Lo que quieren decir es que, cuando el hombre cayó en el huerto del Edén, cayó en su "totalidad." Es decir, que la personalidad completa del hombre ha sido afectada por la caída, y el pecado se extendió a todas sus facultades: la voluntad, la mente y los afectos o las emociones. Creemos que la verdad que afirmamos es la enseñanza irrefutable de la Palabra de Dios. Los siguientes pasajes de la Escritura representan una selección de algunos pasajes que confirman la enseñanza calvinista de la depravación total.

La Biblia enseña con absoluta claridad que el hombre, por naturaleza, está MUERTO: ". . . como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12). La Biblia nos enseña que los hombres son ESCLAVOS: "Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él." (2 Timoteo 2:25-26). La Biblia enseña que los hombres están CIEGOS Y SORDOS: "Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan" (Marcos 4:11-12). La Biblia nos enseña que el hombre natural (no regenerado), CARECE DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1 Corintios 2:14). La Biblia habla del hombre como siendo NATURALMENTE PECAMINOSO: 1) Por nacimiento: "He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre." (Salmo 51:5). 2) Por práctica: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (Génesis 6:5).

Este es entonces el estado natural del hombre. Por tanto, debemos preguntarnos ahora: ¿Pueden LOS MUERTOS resucitarse a sí mismos? ¿Pueden LOS ESCLAVOS liberarse a sí mismos? ¿Pueden LOS CIEGOS darse la vista a sí mismos o LOS SORDOS el oído? ¿Pueden los que CARECEN DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL enseñarse a sí mismos? ¿Pueden los que están INCLINADOS NATURALMENTE AL PECADO, cambiarse a sí mismos? ¡Ciertamente no pueden! "¿Quién hará limpio a lo inmundo?" pregunta Job. Y él mismo responde: "Nadie." (Job 14:4). Del mismo modo, el profeta Jeremías pregunta: "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?" Y concluye "Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?" (Jeremías 13:23).

¿Podría la Palabra de Dios mostrar más claramente con base en esto, que la depravación humana es total, y que nuestra incapacidad para desear o procurar la salvación es también total? Este cuadro es una descripción de un muerto; un muerto espiritual. Somos como Lázaro en su sepulcro; estamos atados de pies y manos; y la corrupción se ha esparcido por completo en nosotros. Tal como no había ningún indicio de vida en el cuerpo muerto de Lázaro, así tampoco no hay ninguna chispa de receptividad interna en nuestros corazones. Pero el Señor realiza el milagro en ambos casos, el muerto físicamente, y el muerto espiritualmente. Porque la Escritura dice de Él: "Y él os dio vida. . ." nos hizo vivir a aquellos que estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados." (Efesios 2:1). La salvación, pues, por su propia naturaleza, debe ser "del Señor."

2. LA ELECCIÓN INCONDICIONAL

Nuestro rechazo o aceptación de la verdad bíblica que enseña que la condición del hombre por naturaleza es la depravación total, determinará en gran medida nuestra actitud hacia el siguiente punto analizado en el Sínodo de Dort. La elección incondicional es correctamente expuesta en la Confesión Bautista de Fe de 1689, la cual citamos enseguida como un resumen útil. La elección incondicional es también sostenida, casi en términos idénticos, en la Confesión de Fe de Westminster, en los Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de Inglaterra, y en las principales confesiones de casi todas las iglesias que tienen raíces históricas.

"A aquellos de la humanidad que están predestinados para vida," dice la Confesión Bautista, "Dios (antes de la fundación del mundo, según su propósito eterno e inmutable y el consejo secreto y el beneplácito de Su voluntad), los ha escogido en Cristo para gloria eterna, meramente por Su libre gracia y amor, sin que Le moviera a ello ninguna cosa en la criatura, como condición o causa." (Capítulo 3, Artículo 5).

La doctrina de la elección incondicional se desprende en forma natural y lógica de la doctrina de la depravación total. Es decir, si el hombre está de hecho muerto, cautivo en el pecado, ciego, sordo, sin entendimiento espiritual e inclinado naturalmente al pecado, entonces, el remedio para solucionar toda esta condición, debe encontrarse fuera del hombre mismo, esto es, en Dios. En el punto anterior hicimos la pregunta: ¿Puede el hombre resucitarse a sí mismo? Y la respuesta inevitable es: por supuesto que no. Sin embargo, si algunos hombres y mujeres son resucitados de su muerte espiritual, (nacidos de nuevo es el término usado por el Evangelio de Juan), y puesto que ellos no son capaces de llevar a cabo esta obra por sí mismos, entonces debemos concluir que fue Dios quien los resucitó espiritualmente. Por otro lado, puesto que muchos hombres y mujeres no han sido nacidos de nuevo o vivificados, de la misma manera debemos concluir que es debido a que Dios no los ha resucitado. Si el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo, ya que la caída en Adán fue una caída total, y si sólo Dios puede salvar, y si no todos son salvados, entonces la conclusión debe ser que Dios no ha elegido salvar a todos.

Esto no es una filosofía ciega, sino que es algo extractado de, edificado sobre, sustentado por, y revelado en las Escrituras de Dios. El tema es tan vasto como el océano mismo; nosotros hemos citado sólo unos cuantos versículos claves y Escrituras que nos sirven de guía en este portentoso mar.

La historia de la Biblia es la historia de la elección incondicional. Es extraño que quienes se oponen a esta doctrina, no puedan reconocer esto. Algunos creyentes tienen dificultad en creer que Dios pudiera pasar por alto a algunos y escoger a otros; y sin embargo, no tienen dificultad aparente en creer que Dios llamó a Abraham para que saliera del pueblo pagano de Ur de los Caldeos, y dejara a los demás en su paganismo. ¿Por qué escogería Dios a la nación de Israel como Su "pueblo especial"? No tenemos necesidad de especular al respecto, porque el libro de Deuteronomio nos da la respuesta: "No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó. . ." (Deuteronomio 7: 7-8). (Nota del traductor: la versión King James en inglés traduce: "El Señor no ha puesto su amor sobre vosotros, ni los ha escogido, debido a que vosotros fuerais más numerosos que todos los pueblos; pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos. Sino porque el Señor os amó. . ."). ¿Por qué escogería Dios, haciendo completamente de lado las leyes familiares de Israel, al hijo más joven de Jacob, en lugar del primogénito Esaú? Otra vez debemos remitirnos a "la ley y el testimonio." La Escritura dice: "(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí." (Romanos 9:11-13).

¿Cuál fue la doctrina que Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, sino la doctrina de la elección incondicional? "Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio." (Lucas 4:25-27). Nosotros conocemos el resultado de que nuestro Señor predicara este mensaje: "Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle." (Lucas 4:28-29).

La falta de espacio nos impide hacer una descripción detallada de la soberanía de Dios al escoger a Su pueblo; pero la verdad es clara: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros. . ." (Juan 15:16); "¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:21); y ". . . a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia. . ." (Romanos 9:15), y "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo. . . habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad." (Efesios 1:4-5), y así sigue el testimonio de las Escrituras.

Reconocemos que hay una 'clase de elección' que es sostenida por muchos creyentes hoy en día. Hablando en términos generales, esta elección se basa en Romanos 8:29 "Porque a los que antes conoció, también los predestinó, etc. . ." La idea de esta elección es más o menos como sigue: Dios, dicen, previó a todos aquellos que iban a aceptar a Cristo, y de este modo Él los eligió para vida eterna. En oposición a este punto, nosotros señalamos que:

1.- La presciencia de Dios es descrita en las Escrituras en conexión con las personas y no con ninguna acción que la gente haya realizado. La Escritura dice: "Porque a los que antes conoció. . ." Y otra vez Dios habla de este modo a través de Amós: "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra. . ." (Amós 3:2). Esto quiere decir que, sin tomar en cuenta ninguna acción, buena o mala, realizada por ellos, Dios los "conoció" en el sentido de que "los amó" y "los escogió" para que fueran Suyos. Es de este modo que Él conoce previamente a Sus elegidos.

2.- Es inútil decir que Dios nos eligió debido a que Él vio algo que nosotros haríamos, es decir, aceptar a Su Hijo. No somos escogidos debido a que realicemos la buena obra de 'aceptar' a Cristo, sino que somos escogidos para hacernos capaces de "aceptarle." "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2:10).

3.- Tampoco sirve decir que Dios previó a todos aquellos que creerían y que por esto los escogió. Hechos 13:48 deja esto muy claro: "y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna." La elección no se debe a nuestra fe, sino que nuestra fe se debe a que somos elegidos, debido a que somos "ordenados para vida eterna."

4.- De igual manera, decir que ejercitamos la fe cuando aceptamos a Cristo, y que Dios previó esta fe, y por lo tanto, nos eligió, solamente nos conduce un paso más hacia atrás, porque ¿de dónde obtuvimos esa fe, para poder ejercitarla? Las Escrituras nos dan la respuesta, afirmando que la fe es un don de Dios y no de nosotros mismos: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8).

Ciertamente, en lugar de argumentar en contra de estas cosas, deberíamos estar haciendo lo que el Espíritu Santo nos manda a través del apóstol Pedro: "Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección. . ." (2 Pedro 1:10).

3. LA EXPIACIÓN LIMITADA

Esta doctrina no solamente nos trae al tema central de los cinco puntos, sino también a la realidad central del Evangelio, esto es, al propósito de la muerte de Cristo en la cruz. Esto no es accidental. Los teólogos que asumieron la tarea de defender las verdades de la Reforma Protestante, en contra de los ataques del partido arminiano, fueron siguiendo una línea bíblicamente lógica en sus formulaciones, habiendo llegado así al eje mismo de la salvación.

Ante todo, ellos habían preguntado: ¿quién ha de ser salvado? La respuesta fue 'el hombre.' Pero las enseñanzas bíblicas a este respecto mostraban que el hombre, en su estado natural, es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo. Así nosotros tenemos la enseñanza de la Biblia acerca del hombre, resumida bajo el encabezado general de depravación total, o incapacidad total.

Segundo, puesto que algunos hombres y mujeres son indudablemente salvados, entonces debe haber sido Dios mismo Quien los salvó, en distinción del resto de la raza humana. Esta es la elección: "para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese. . ." (Romanos 9:11). Sin embargo, como dice Spurgeon, esta elección sólo "marcó la casa donde la salvación llegaría." Todavía se requería de una completa, perfecta y satisfactoria expiación por los pecados de los elegidos; así Dios podría ser, no sólo un Salvador, sino un Dios justo y Salvador. Esta expiación, como todos nosotros reconocemos, fue consumada a través de la sumisión voluntaria de Cristo a la muerte en la cruz, donde Él sufrió bajo la justicia de este Dios justo, y obtuvo la salvación que Él como Salvador había ordenado. En la cruz, entonces, y sin duda todos nosotros aceptamos esto, Cristo llevó el castigo y obtuvo la salvación.

Surge una pregunta ahora: ¿el castigo de quiénes llevó Cristo? Y ¿la salvación de quiénes obtuvo? Hay tres opciones que podemos examinar, para considerar este punto:

1.- Cristo murió para salvar a todos los hombres sin distinción.

2.- Cristo murió para no salvar a nadie en particular.

3.- Cristo murió para salvar a un cierto número.

El primer punto es sostenido por los llamados 'universalistas.' Dicen que Cristo murió para salvar a todos los hombres y de esta manera ellos, por lógica, suponen que todos los hombres serán salvados. Si Cristo ha pagado la deuda del pecado, ha salvado, ha rescatado y ha dado Su vida por todos los hombres, entonces todos los hombres serán salvados.

El segundo punto de vista es el llamado "arminiano," que sostiene que Cristo obtuvo una salvación potencial para todos los hombres. Cristo murió en la cruz, según este punto de vista, pero aunque Él pagó la deuda de nuestro pecado, Su obra en la cruz no llega a ser eficaz hasta que el hombre 'decide por Cristo' y de este modo es salvado.

El tercer punto de vista acerca de la expiación, es el llamado Calvinista, y dice que Cristo murió positiva y eficazmente para salvar a un cierto número de pecadores merecedores del infierno, sobre quienes el Padre ya había puesto Su libre y soberano amor electivo. El Hijo paga solamente la deuda de estos elegidos, satisface la justicia del Padre por ellos, les imputa Su propia justicia a éstos y así, están completos en Él.

Entonces, la muerte de Cristo sólo pudo haber sido por una de estas tres razones: para salvar a todos; para no salvar a nadie en particular; o para salvar a un cierto número. El tercer punto de vista es el que sostienen los calvinistas y generalmente es llamado expiación limitada, o redención particular. Cristo murió para salvar a un número específico de pecadores; esto es, por aquellos que el Padre ". . . escogió en él antes de la fundación del mundo." (Efesios 1:4); por aquellos que el Padre le había dado del mundo, todos aquellos "que me diste; porque tuyos son." (Juan 17:9); aquellos por quienes Él mismo dijo que derramaría Su sangre: "porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." (Mateo 26:28).

Nosotros afirmamos que ésta es la postura que realmente hace justicia al propósito de Cristo al venir a esta tierra para morir en la cruz. ". . . y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21). No a los judíos, ciertamente, porque los judíos no fueron salvados como un pueblo. Jesús "amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella." (Efesios 5:25). "El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación." (Romanos 4:25). ¿De quiénes habla el Espíritu Santo cuando dice nuestros, nuestra? ¿Acaso está hablando del mundo? Si es así, entonces los universalistas tienen la razón, porque Cristo fue entregado 'por los delitos del mundo' y 'resucitado para la justificación del mundo;' y así el mundo queda justificado delante de Dios. "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todosserán vivificados." (1 Corintios 15:22). Esto sólo puede significar que toda la posteridad de Adán muere en Adán, como de hecho muere, porque "así la muerte pasó a todos los hombres." (Romanos 5:12). Pero toda la posteridad de Cristo, es decir, la iglesia por la cual Él mismo se entregó, es vivificada en Él. ¿Por qué es esto así? Ciertamente es así, porque ¡Él se dio a Sí mismo por ellos! "Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos." (Isaías 53:11, RVA). Y cuando Él consumó esto, estando colgado en la cruz, dice Isaías en aquel gran capítulo 53 de su profecía, que "Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho. . ." (Isaías 53:11). El trabajo de Su alma al derramarla y ofrecerla por nuestros pecados, producirá hijos espirituales para la alabanza de Su nombre, y Él será satisfecho, cuando vea esta obra consumada.

No estamos pasando por alto el hecho que hay algunas Escrituras que se refieren al 'mundo,' y muchas personas las han tomado como su punto de partida en la cuestión de la redención. Sin embargo, cuando comparamos la Escritura con la Escritura, vemos que el uso de la palabra 'mundo' no implica necesariamente a 'cada hombre y cada mujer en el mundo.' Los fariseos dijeron de Jesús: "Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él." (Juan 12:19); sin embargo, no todas las personas iban tras de Cristo. La expresión significa "toda clase de persona," normalmente para referirse juntamente a judíos y gentiles. (Nota del traductor: vea Romanos 11:11-12 y note cuidadosamente el uso intercambiable de las palabras "gentiles y mundo." Para un estudio más a fondo de este tema recomendamos la lectura del libro "Vida por Su Muerte," del doctor John Owen). La pregunta siempre debe ser la intención Divina: ¿tuvo Dios la intención de salvar a todos los hombres o no? Si Él no intentó salvar a todos los hombres sin excepción, sino solamente a los elegidos, entonces la obra de Cristo en la cruz fue un éxito glorioso y estamos en lo correcto al creer que "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. . ." (Juan 6:37). Por otro lado, si la intención de Dios fue salvar al mundo entero, entonces la expiación de Cristo ha sido un gran fracaso, porque un vasto número de hombres no ha sido salvado. ¡Cristo pagó nuestra deuda! ¿La deuda de quién? ¿La deuda del mundo, o de los elegidos? Ciertamente, si un hombre ha sido rescatado por un redentor, entonces la ley que él ha quebrantado debe quedar satisfecha, en razón de la obra o del pago que el fiador hizo en su beneficio.

Si Tú has mi libertad logrado,
Y gratuitamente en mi lugar padeciste
La completa ira Divina;
Pago doble por Dios no será demandado,
De la mano sangrante de mi Fiador primero,
Y luego, otra vez, de la mía.

4. LA GRACIA IRRESISTIBLE

Una vez más, este cuarto punto de la creencia del sistema calvinista, es el resultado lógico de todo lo que hemos visto anteriormente. Si los hombres son incapaces de salvarse a sí mismos debido a su naturaleza caída, y si Dios se ha propuesto salvarlos, y Cristo ha consumado la salvación de ellos, entonces, se deduce por lógica que Dios debe también proveer los medios para llamarles a los beneficios de la salvación que Él ha obtenido para ellos. Sin embargo, el sistema calvinista de teología, aunque profundamente lógico, es mucho más que un mero sistema lógico. Es un sistema de creencia bíblica pura, que se encuentra firmemente apoyado en la Palabra de Dios. Entonces, la doctrina de la gracia irresistible no es un invento de los hombres que redactaron los Cinco Puntos del Calvinismo en el Sínodo de Dort, sino la manifiesta revelación de la santa Palabra de Dios. Por ejemplo, Romanos 8:30 dice: "Y a los que predestinó, a éstos también llamó." Es decir, Dios no sólo elige a los hombres y mujeres para la salvación; Él también llama a todos aquellos que Él ha elegido.

¿Qué quiere decir "gracia irresistible"? Nosotros sabemos que cuando el Evangelio es predicado en la iglesia, o al aire libre, o a través de la Palabra de Dios leída, no todas las personas hacen caso de su llamado. No todas las personas llegan a ser convencidas de sus pecados y de su necesidad de Cristo. Esto explica el hecho de que hay dos llamamientos. Existe no sólo un llamamiento externo; sino también uno interno. El llamamiento externo puede ser descrito como: "las palabras del predicador," y este llamamiento, cuando es realizado, puede obrar de diferentes maneras, en decenas de diferentes corazones, produciendo diferentes resultados. Sin embargo, hay una cosa que este llamamiento no puede hacer: no efectuará la obra de salvación en el alma pecadora. Para que una obra de salvación sea forjada en el alma, el llamamiento externo debe ir acompañado por el llamamiento interno del Espíritu Santo de Dios, porque es Él quien "convencerá de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:8). Y cuando el Espíritu Santo llama por Su gracia a un hombre, a una mujer o a una persona joven, este llamamiento es irresistible: es decir, este llamado no puede ser frustrado, porque es la manifestación de la gracia irresistible de Dios.

Esta enseñanza es sustentada una y otra vez en la Palabra de Vida de Dios, como por ejemplo, en los siguientes versículos y pasajes:

1.- "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera." (Juan 6:37). Note que son aquellos que el Padre ha dado a Cristo (los elegidos), los que vendrán a Él; y cuando vienen a Él, no son echados fuera.

2.- "Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final." (Juan 6:44, RVA). Aquí, nuestro Señor está diciendo simplemente que es imposible que los hombres vengan a Él por sí mismos; el Padre debe traerlos.

3.- "Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí." (Juan 6:45). Los hombres pueden oír el llamamiento externo; pero son aquéllos que han sido enseñados por el Padre, quienes responderán y vendrán a Cristo. Así, con Simón Pedro: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." (Mateo 16:15-17).

4.- "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14).

5.- "Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia." (Gálatas 1:15).

6.- "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable." (1 Pedro 2:9).

7.- "Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo. . ." (1 Pedro 5:10).

Ciertamente, una ilustración notable de esta enseñanza de la gracia irresistible o llamamiento eficaz, es el incidente del cual leemos en Hechos 16. El apóstol Pablo predicaba el Evangelio a un grupo de mujeres junto al río, en Filipos; y mientras él estaba hablando: "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." (Hechos 16:14). Pablo, el predicador, habló a los oídos de Lidia, y este es el llamamiento externo. Pero el Señor habló al corazón de ella, y este es el llamamiento interno de la gracia irresistible.

Los arminianos creen que hombres y mujeres tienen la capacidad de resistir el llamado del Evangelio de Dios, y así lo hacen. Por lo tanto, ellos se oponen diciendo que no puede haber tal doctrina de la gracia irresistible de Dios. Nosotros creemos que hombres y mujeres no sólo pueden resistir el Evangelio de Dios, como de hecho lo hacen; sino que también, debido a su naturaleza caída, deben resistir el Evangelio de Dios. Por lo tanto, es necesaria la existencia de una doctrina como la doctrina de la gracia irresistible. En otras palabras, nuestras almas deben ser puestas bajo una influencia más grande que nuestra propia naturaleza, más grande que nuestra resistencia, o de lo contrario estamos destinados a ser condenados para siempre, puesto que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios." (1 Corintios 2:14). Hay tres grandes fuerzas que trabajan en la obra de la salvación del hombre:

1.- La voluntad del hombre.
2.- La voluntad del Diablo.
3.- La voluntad de Dios.

¿Cuál de estas tres fuerzas tendrá la victoria? Si la voluntad de Dios no resulta victoriosa en este asunto de la salvación, entonces, resultará victoriosa la voluntad del Diablo, porque él es más fuerte que nosotros. Thomas Watson, un antiguo puritano del siglo XVII, describió el asunto, vívidamente, en las siguientes palabras: "Dios cabalga con fuerza, conquistando en el carro de Su Evangelio. . . Él conquista el orgullo del corazón y hace que la voluntad, la cual se resistía como una fortaleza real contra Él, se rinda y doblegue ante Su gracia; y hace sangrar al corazón de piedra. ¡Oh, este es un poderoso llamamiento! ¿Por qué, entonces, algunos hombres parecen hablar de una persuasión moral? ¿Por qué dicen que en la conversión de un pecador, Dios sólo persuade moralmente y nada más? Si en la conversión, Dios sólo pudiera persuadir moralmente y nada más, entonces Él no pondría mucho más poder en la salvación de los pecadores, de lo que el Diablo hace para su destrucción."

¿Cuál voluntad obtendrá la victoria? ¿La nuestra? Pero, ¿acaso no se resistía, de hecho, como una fortaleza real en contra del Señor? "Y no queréis venir a mí para que tengáis vida." (Juan 5:40). ¿Acaso la victoria será de la voluntad del Diablo? Entonces, quién podría ser salvado jamás, puesto que la voluntad suya será siempre más fuerte que la nuestra. Pero, ciertamente, este es el Evangelio, que "uno más fuerte que el fuerte" aparece conquistando y para conquistar, en el carro de Su Evangelio; y Él, efectivamente, conquista a Satanás, como también al hombre débil, todo para la alabanza de Su irresistible gracia. (Vea Lucas 11:21-23).

5. LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS (Los verdaderos creyentes)

Ahora, como punto final, la doctrina de la perseverancia de los santos. Con el fin de resumir, vamos a referirnos otra vez a la Confesión Bautista, la cual está de acuerdo en este punto con las otras confesiones históricas de fe. "Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado eficazmente y santificado por Su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe de Sus elegidos, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y serán salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. . ." (Confesión Bautista de 1689, Capítulo 17; párrafo 1). Nuevamente vamos a demostrar que esto es exactamente lo que las Escrituras nos enseñan.

"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?. . . Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 8:29-31; 38-39).

Otra vez, tenemos que reconocer el hecho de que, todo lo que los hombres del Sínodo de Dort (y todos aquellos que enseñan de la misma manera), estaban haciendo, era poner dentro de un pequeño esquema, en una forma sistemática, las enseñanzas del Evangelio de la libre y soberana gracia de Dios. Si el hombre no puede salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Si no todos los hombres son salvos, entonces Dios no ha salvado a todos. Si Cristo ha hecho la satisfacción por pecados, entonces, esta expiación es por los pecados de aquellos que son salvados. Y si Dios se propuso revelar esta salvación en Cristo a los corazones de todos aquellos a quienes Él escogió salvar, entonces, Dios proveerá los medios necesarios y eficaces para realizarlo así. Por lo tanto, si habiendo decretado salvar, habiendo muerto para salvar, y habiendo llamado a la salvación a aquellos que jamás se salvarían por sí mismos; entonces, Él también preservará a aquellos salvados hasta la vida eterna, para la gloria de Su Nombre.

De este modo, siguiendo la depravación total, la elección incondicional, la expiación limitada, y el llamamiento eficaz, llegamos a la perseverancia de los santos. "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo." (Filipenses 1:6). La Palabra de Dios contiene múltiples referencias acerca de esta bendita verdad. "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero." (Juan 6:39). "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10:28). "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." (Romanos 5:10). "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. . ." (Romanos 8:1).

Este es el sello del creyente, que él pertenece a Cristo; que él está perseverando en las cosas de Cristo; que él está procurando tanto más hacer firme su vocación y elección. (Vea 2 Pedro 1:10). El creyente en Cristo puede caer en la tentación, pero el Señor "no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." (1 Corintios 10:13). Así que el creyente se fortalecerá y seguirá fortaleciéndose cada vez más, en las cosas relacionadas con su salvación, para la gloria de Cristo.

Los versículos incomparables de Romanos 8:28-29, muestran la lógica en la salvación eterna de Dios; la lógica que el Calvinismo afirma. La salvación que comienza en la mente y el propósito de Dios, debe terminar en el completo cumplimiento de Su inquebrantable propósito de que "aquellos que antes conoció," sean unidos eternamente con su Salvador.

CONCLUSIÓN

Entonces, en una forma general, esta es la enseñanza que algunas veces es llamada Calvinismo. Lejos de ser una innovación del hombre, esta es la doctrina de la Palabra de Dios, claramente formulada y expuesta.

Sin embargo, seguramente surgirá la pregunta: pero, ¿no estorba la obra evangelística, esta doctrina del Calvinismo? Una rápida mirada a la historia de la Iglesia de Cristo en este mundo, será suficiente para invalidar tal opinión. Porque encontraremos que el Evangelio ha florecido más en los lugares y en los tiempos en que el pueblo de Dios ha sostenido estas doctrinas de gracia cerca de sus corazones. Pensemos en el celo de William Carey, que le condujo desde su taller de zapatos hasta hacer la obra evangelística por Cristo en la India. William Carey era un sólido calvinista, como también lo fue Andrew Fuller, otro bautista que ayudó a formar la Sociedad Bautista Misionera. Considere las siguientes palabras del piadoso David Brainerd, aquel hombre que creyó que los indios pieles rojas, al igual que los hombres blancos, tenían también un alma: "Y entonces tuve dos deseos," escribe Brainerd en su diario, "mi propia santificación, y la salvación de los elegidos de Dios." Uno de los más grandes evangelistas de los tiempos modernos fue el también calvinista George Whitfield; no obstante, su calvinismo nunca frustró o impidió su predicación del Evangelio de Cristo: "Con cuánta pasión divina," se dijo de él, "exhortó a los pecadores a volverse a Cristo."

El Calvinismo, si podemos usar esta palabra sin que seamos malentendidos, fue también el Evangelio de Robert Murray M'Cheyne, como también lo fue de Andrew Bonar, y William Burns, aquel gran líder del avivamiento y misionero en China. Mártires, Reformadores, líderes de la Iglesia de Cristo en la tierra, cuando hablan del Evangelio que ellos predicaron y por el cual murieron, hablan del Evangelio de la gracia salvadora de Dios para su rebaño elegido. ¿Cómo podría comenzar uno a enumerarlos? Lutero, Calvino, Tyndale, Latimer, Knox, Wishart, Perkins, Rutherford, Bunyan, Owen, Charnock, Goodwin, Clavel, Watson, Henry, Watts, Edwards, Whitefield, Newton, Spurgeon, todos ellos son sólo un puñado del noble ejército de testigos de la verdad de la gracia soberana. ¿Acaso su labor para el Señor sufrió tropiezos por lo que creían? Y, ¿qué es lo que creían? Ellos creían que Dios es el Soberano Señor. Ellos se atrevieron a creer que adoraban y servían a un Rey que hace "todas las cosas según el designio de su voluntad." (Efesios 1:11). Bien dijo el príncipe de los predicadores, Charles Haddon Spurgeon: "He conocido hombres que muerden sus labios y rechinan sus dientes llenos de ira, cuando predico la soberanía de Dios. . . los doctrinarios de hoy admitirán un Dios, pero claro, Él no debe ser un Rey." ¿Acaso podemos decir que Spurgeonestorbó al Evangelio? Y sin embargo, ¡cuántos se han levantado en lucha contra él, a causa de su doctrina! Él diría: "somos menospreciados como 'sectarios' (hipercalvinistas), escasamente algún ministro voltea a vernos o habla favorablemente de nosotros; debido a que sostenemos fuertes convicciones acerca de la soberanía de Dios, y Su elección divina y amor especial hacia Su pueblo."

Quizás una palabra del mismo gigante de la iglesia servirá como una exhortación final, para que nos aferremos con firmeza a estas benditas verdades de la Palabra de Dios y las proclamemos con denuedo, para la alabanza de Su nombre. "La antigua verdad que Calvino predicó, que Agustín predicó, que Pablo predicó, es la verdad que yo debo predicar hoy o de lo contrario sería falso a mi conciencia y a mi Dios. Yo no puedo darle forma a la verdad, y no sé cómo limar las asperezas de una doctrina. El Evangelio de John Knox es mi Evangelio; aquel Evangelio que tronó a través de toda Escocia, debe tronar otra vez a través de toda Inglaterra." Amén y Amén

domingo, 4 de mayo de 2014

JESUITAS creadores del SOCIALISMO Y COMUNISMO


El Sistema y la doctrina del Comunismo-Socialismo, es reconocido por gran mayoría de historiadores, aun por los mismos soviéticos, fue por primera vez implementado, experimentado y practicado en la Misiones Jesuitas Guaraníes del Paraguay del Virreinato del Río de la Plata en Sudamérica.

Los Jesuitas educaron a Karl Marx y fueron sus tutores mientras éste escribía el Manifiesto Comunista y el Das Kapital plasmando así y culpando a los judíos de algo que los Perfectibilistas Illuminatis creados por los Jesuitas eran culpables y luego llevarían a la practica por un tiempo en la Revolución Francesa.

Los Jesuitas educaron a Lenín en la Universidad de Génova de Suiza y fue a instancias de Diego von Bergen embajador del Vaticano para la República de Weimar fue quien le dió a Lenin el famoso "Tren Precintado" que lo introdujo en Rusia para comandar la Revolución "Bolchevique". Los Jesuitas educaron a Stalin en un seminario jesuita ortodoxo en Tiflis, Georgia.

También Molotov era un jesuita y asesor de Stalin. Fue gracias al Jesuita Edmund Walsh de E.E.U.U. que la Rusia Comunista recibió ayuda internacional en forma de dinero lo cual ayudó a los Soviéticos a financiar su totalitarismo.

Gracias al francmason de grado 33 Ford, la industria armamentista rusa nació en la planta de Gorky en Nishni Novgorod. Los Jesuitas educaron a Mao Tse Tung y a Ho Chi Min. Los Jesuitas educaron aFidel Castro. Los Jesuitas pusieron al poder a Chavez en Venezuela y a Correa en el Ecuador.

Ahora a través de su iniciativa MAGIS están creando su Neo Comunismo 2.0, que será implementado en el Gobierno Mundial de la Bestia predicho por el Padre en el libro del Apocalipsis (Revelación) elNuevo Orden Mundial, el cual durará 42 meses, 3 años y 1/2.


Los mismo conceptos de plazas grandes comunistas, como la Plaza Roja de Moscú, la Plaza Tian An Men de China o la Pyongyang de Corea del Norte, todas estas se inspiraron en la misma estructura de las ciudades diseñadas por los jesuitas en las cuales los pobres guaraníes eran prisioneros de por vida. Grandes Plazas, Grande edificios, desfiles todos los días, todo sucedió primero en las Reducciones y Comunas Jesuitas de Suramerica.




El Sistema y la doctrina del Comunismo Socialismo, es reconocido por gran mayoría de historiadores, aun por los mismos soviéticos, fue por primera vez implementado, experimentado y practicado en la Misiones Jesuitas Guaraníes del Paraguay del Virreinato del Río de la Plata en Sudamérica.

El historiador y cristiano R. W. Thompson documenta en su libro "Huellas de los Jesuitas", página 174:


"Los inocentes indios fueron seducidos fácilmente por actos de bondad, y el resultado fue que, en el transcurso de un breve período, se logró establecer una serie de lo que fueron llamadas “Reducciones” - o, más propiamente hablando: “Villas”, - con una multitud de indios congregada a su alrededor, toda una congregación, al final, varios cientos de miles. Estos constituyeron el Estado jesuita, y eran todos, por la simple ceremonia del bautismo, traidos bajo el dominio de los jesuitas".

". . . Cada “Reducción” era gobernada por un padre jesuita, con el apoyo de un vicario y un cura como asistentes, de los cuales cuyo principal deber era el espionaje. "

"En cada “Reducción” a los nativos se les permitió escoger un magistrado secular, con poderes limitados y sin importancia sobre tales asuntos temporales como podría ser confiada a ellos sin menoscabar la función teocrática del Gobierno. Fue en todo lo referente a la gestión de los asuntos públicos, una monarquía absoluta, con todo su poder centrado en el General en Roma, cuya autoridad era aceptada como igual a la de Dios, y a cuya obediencia se exigía a todos ".

"Aparte de esta autoridad de gobierno. . . la igualdad universal prevaleció. Los principios del socialismo o el comunismo - muy parecidos a como ahora se entienden [1894] - regian todas las Reducciones. . . Todo se llevaba a cabo en obediencia a ellos, y nada en contra de sus órdenes era tolerado. Rígidas normas de conducta y horas de trabajo fueron prescritos, y los violadores de estas leyes fueron sometidos a castigos corporales. Lugares de culto, escuelas y residencias palaciegas de la Padres jesuitas, fueron construidas por el trabajo común y en el expensas de las arcas comunes. El sufragio era universal, pero la sanción de los jesuitas era necesaria para la validez de la elección."

La mismísima Enciclopedia Católica de la Gran Ramera, New Advent, dice sobre éstas Misiones Jesuitas:

El Sistema Económico de las Reducciones

“La base económica era una especie de comunismo, y era esencialmente teocrático. "Los Jesuitas", escribe Gelpi y Ferro, "realizaron en su república cristiana [Nota del Traductor: “Católica”, nunca cristiana] todo lo que es bueno y nada de lo que es malo en los planes de los socialistas y los comunistas modernos". 


La tierra y todo lo que estaba sobre ella era la propiedad de la comunidad. La tierra fue repartida entre los caciques, que se asignaban a las familias en virtud de ellos. Los instrumentos agrícolas y los proyectos de ganado eran prestados de forma común. No se le permitía vender su parcela de tierra o de su casa, llamada abamba, es decir, "posesión." Los esfuerzos individuales de los indígenas, debido a su indolencia, pronto demostró ser insuficiente, con lo cual las parcelas separadas se dejaron de lado por los campos comunes, llamados Tupamba, "propiedad de Dios", es decir, que eran cultivados por la mano de obra común, bajo la dirección de los Padres.”

En el libro “En la tierra Jesuita, las Misiones Jesuitas del Paraguay”, 1912, el historiador W. H. KOEBEL, en el capitulo XVII, titulado “La Constitución de las Reducciones”, dice:

"Lo que podría llamarse la Constitución de la República jesuita debe ser de especial interés para recordar en el momento actual, cuando el ambiente está tan cargado de socialismo experimental. Hay muchas definiciones de socialismo puro, y las ideas no varían ni un poco incluso en relación con el comunismo. Pero desde un punto de vista popular el gobierno jesuita fue probablemente el más importante de las instituciones socialistas de la clase que el mundo haya conocido jamás."

"El trabajo en el campo comenzaba en la madrugada, y se continuaba durante casi todo el día, con una pausa para el descanso que se prolongaba desde el mediodía hasta las dos. El trabajo era obligatorio en las colonias de los jesuitas, y esta regla se aplicaba rigurosamente entre los de buena salud. La falta de trabajo, de hecho, era seguida por el inevitable castigo del culpable."

"Como ya se ha explicado, los misioneros ejercían una supervisión estricta sobre la moral de sus adeptos. En tales casos se ejercía una autoridad que era superpaternal. Por sus leyes los indios varones eran obligados a casarse a la edad de diecisiete años, y las hembras a la de quince años. A aquellas edades los miembros de ambos sexos eran llevados ante los Padres, y los que no había elegido sus compañeros eran proporcionados por los misioneros con este complemento necesario en aquel mismo lugar. Desde un punto romántico y sentimental de ver el resultado de estas matrimonios al azar, debe haber sido lamentable."

"Los jueces de los crímenes eran los jesuitas, y se ha alegado en su contra por parte de algunos de sus críticos que sus métodos de censura eran excesivamente drásticos. Se dice, por ejemplo, que tanto hombres como mujeres eran azotados hasta que la sangre corría en arroyos por la espalda desnuda. Los jesuitas, por su parte, afirman que estos castigos no eran tan severos como era necesario."

"El castigo físico, sin embargo, no era la única forma de castigo aplicado en las Reducciones. El régimen de aislamiento fue aplicado con frecuencia, así como las penitencias y privaciones de todo tipo."


Diccionario Científico, Teórico, Estadístico, Comercial, Jurídico y Sociológico Recopilado por el Profesor Manuel Serra Moret. 

COMUNISMO

Doctrina basada en la comunidad de bienes. Más que una doctrina, es una mística heredada de las comunidades primitivas donde la simplicidad de los medios de producción y de cambio no había desarrollado en el hombre el estímulo de superación y el apetito de los goces materiales. Las primeras comunidades cristianas fueron modelos de comunismo práctico, pues cuantos entraban en la nueva secta tenían que renunciar a sus bienes y compartir los medios comunes de subsistencia y de placer. [Nota de Maxi: Esta última afirmación es parcialmente falsa.


Para conocer las razones oir el siguiente audio] Las congregaciones religiosas, particularmente las católicas, practican los principios del comunismo y sus miembros tienen que renunciar a su propiedad personal en beneficio de la comunidad, restringida a su propia orden. Las tendencias comunistas dentro del cristianismo han retoñado continuamente a través de los siglos, en las sectas de los alzanos, en Italia de los beghards, en el norte de Francia y en Alemania; de los lollards de Norfolk, en Inglaterra; los frailes tejedores, de Bruges; las fraternidades para la vida en común, en los Países Bajos; los taborites, de Bohemia; las fraternidades, de Moravia; los anabaptistas del siglo XVI, etc., etc.    

Los jesuitas lograron implantar el comunismo en las reducciones del Paraguay durante muchos años.

Todavía hoy, existe en el Estado de Alabama de los Estados Unidos una colonia comunista llamada Fairhope, fundada en 1895 y algunas colonias judías de reciente fundación en Palestina. Modernamente, una rama del socialismo internacional se ha llamado a sí misma comunista por fidelidad a la fraseología marxista y al Manifiesto Comunista redactado por Marx y Engels en 1847.

Los anarquistas se llaman también a sí mismos comunistas libertarios, pero, aparte la concordancia que pueda existir entre las doctrinas y los nombres, hay que reconocer que el comunismo en su significación prístina sólo encuentra realización práctica en las órdenes religiosas y más particularmente entre las católicas y las budistas. 

A continuación les traigo el documento definitivo que demuestra que el Moderno Comunismo Socialismo fue diseñado, implementado y perfeccionado en las Misiones Jesuíticas Güaraníes del Paragüay. Se trata del Libro: "El Comunismo en las Reducciones, La Compañía de Jesús en el Paraguay", escrito por un gran paraguayo, Blas de Garay. - Hermano Maximiliano.



Voltaire mismo, educado por los Jesuitas y propagador temprano y pionero de las ideas Iluministas que inspiraron en ideologia a la Revolución Francesa, nos habla "maravillas" de los Jesuitas y su Dictadura Comunista Socialista en las Reducciones y Misiones del Paragüay.

http://www.gatovolador.net/res/Candido.pdf

Citación:

CAPÍTULO 14

DEL RECIBIMIENTO QUE A CANDIDO Y A CACAMBO
HICIERON LOS JESUITAS DEL PARAGUAY
-¡Por lo visto tú has estado anteriormente en Paraguay! -dice Cándido.
-¡Claro que sí! -contestó Cacambo-; trabajé de criado en el colegio de la Asunción y me conozco el territorio de los Padres como las calles de Cádiz. Aquel territorio es algo admirable. Tiene una extensión de mas de trescientas leguas de diámetro y esta dividido en treinta provincias. Los Padres son dueños de todo y la gente no posee nada; es la obra maestra de la razón y la justicia. Yo no encuentro nada tan extraordinario como los Padres, que aquí luchan contra el rey de España y el de Portugal, y que allí, en Europa, confiesan a esos mismos reyes; que aquí matan a españoles, y que en Madrid los envían al cielo: es algo portentoso; vayamos hacia allá: vais a ser el mas feliz de todos los hombres.

Fidel Castro, jesuita de cuarto voto (según el ex sacerdote jesuita de cuarto voto Alberto Ribera) realizo los ejercicios espirituales de Loyola, también entonaba el himno ignaciano:

http://www.libertaddigital.com/opinion/victor-farias/fidel-castro-los-jesuitas-y-la-educacion-privada-64191/

Castro en todas sus entrevistas se ha esmerado en dejar definitivamente en claro que, desde su primera juventud era un convencido agnóstico, rebelde y anticlerical.A Frei Betto le confió sobre su tiempo en los colegios jesuitas Belén (La Habana) y Dolores (Santiago de Cuba) y en particular sobre los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola: 

"Consistían en recluir a los alumnos de ese curso, durante tres días, para conferencias religiosas, meditación, recogimiento y silencio, que era en cierta forma la parte más cruel que tenían los retiros aquellos, porque de repente uno tenía que caer en la condición de mudo absoluto, no se podía hablar, era terrorismo mental por las meditaciones sobre el infierno, el pecado y la eternidad y los ejemplos que se usaban para explicarlos...Todos estos sacerdotes, y los que no habían sido todavía ordenados que ya participaban en la docencia, desde el punto de vista político eran nacionalistas, digamos más francamente franquistas, todos, sin excepción... Aquellos jesuitas eran todos gente de derecha... Su ideología era derechista, franquista, reaccionaria" ( op.cit. p.29).

Resulta por cierto curioso que, pese a tanta aversión, el joven rebelde hubiera podido resistir los ocho años que permaneciera en los colegios de Santiago de Cuba y La Habana e incluso poder recordar todavía en los
años ochenta el agresivo y militante Himno Ignaciano entonándolo entusiastamente y completo con el ministro de Cultura colombiano Alberto Casas, también alumno de los jesuitas y de paso en Cuba:

"Fundador sois Ignacio y General/ De la Compañía Real /Que Jesús con su nombre distinguió./ La legión de Loyola con fiel corazón / Sin temor enarbola la Cruz por pendón. / Lance, lance a la lid fiero Luzbel..." (p.28). Por aquel entonces los jesuitas revestían una piel completamente distinta a la posterior de color progresista y hasta revolucionaria. Por eso, cuando en 1945 el Senador Secretario General del Partido Comunista (o Partido Socialista Popular), Juan Marinello propuso una "Proposición de Ley" que exigía la " Inspección y Reglamentación de la Enseñanza Privada" fundándose en la Constitución Política que, pese al respeto de la libertad de enseñanza, disponía que el Estado estaba obligado a reglamentar e inspeccionar las escuelas privadas. Ante tal perspectiva, los colegios jesuitas en que, poco tiempo antes, se celebraban las
victorias de Franco con misas y acción de gracias con el brazo derecho en alto, se sintieron amenazados.

Fidel Castro es un Agente del Nuevo orden mundial!!
Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa.
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.  

¡Cuidate!