viernes, 18 de marzo de 2016

LA NIÑA QUE ESCAPO DEL SOCIALISMO O COREA DEL NORTE



Yeonmi Park escapó de Corea del Norte cuando tenía 13 años.
Se vio obligada a cruzar rios helados y desiertos, llegando incluso a ser vendida por traficantes de personas en China.  Ahora Park quien vive y estudia en Estados Unidos


Escapé en 2007 a China con mi madre, atravesando un río helado con el riesgo de que fuéramos tiroteadas.
Cuando estaba en Corea del Norte, lo único que quería era tener algo para comer.No había manera de sobrevivir allá. Por suerte vivía en la frontera, así que veía las luces en el lado chino y pensaba que si lograba llegar a China podría encontrar alimento.
En Corea del Norte no tenemos internet. Solo hay un canal de televisión y no existen las revistas.
Mi madre y yo no sabíamos qué nos encontraríamos al escapar. Cruzamos el río helado y caímos en manos de traficantes de personas en China.

INTENTO DE SUICIDIO

Tras cruzar el río violaron a mi madre delante de mí. Nos separaron y nos vendieron a dos granjeros chinos de forma separada. A mi madre la vendieron por US$ 55 y por mí pagaron US$ 200.
Esto es muy común. Cuando los norcoreanos escapan a China, el gobierno no nos considera refugiados y tampoco nos ayuda a llegar a Corea del Sur.
En lugar de ello nos capturan y devuelven a Corea del Norte, a pesar de que saben que allá seremos castigados o ejecutados.
Por eso, quienes escapan de Corea del Norte son muy vulnerables y los chinos lo saben y se aprovechan.
Cuando me vendieron al granjero y me separaron de mi madre, intenté suicidarme. Pero el granjero me dijo que si me convertía en su amante lograría reencontrarme con mi madre y traer a mi padre de Corea del Norte.
Y cumplio su promesa.
Después de un tiempo fui a Mongolia desde China, atravesando el desierto de Gobi, y al final llegué a Corea del Sur.
Tras pasar cinco años allí, hace poco vine a Estados Unidos, donde estoy estudiando en la Universidad de Columbia en Nueva York.
Me gustaría volver algún día a mi país, pero eso no quiere decir que eche de menos al régimen o el sistema.



LAVADO DE CEREBRO

Crecí en el norte de Corea del Norte. A mi padre lo detuvieron por trabajar en el mercado negro, asi que tuve que mudarme al centro del país y también visité (la capital) Pyongyang.
Fui a la escuela varios años y solo supe de la existencia de unos pocos países en el mundo. Nunca había escuchado hablar de internet.
Todo lo que sabía era sobre los "malditos estadounidenses". Así los llamaban.
Intentan lavarte el cerebro todo el tiempo.Tenía la imagen de los malditos estadounidenses con nariz muy grande y ojos azules, verdaderos monstruos.
Nunca supe que Corea del Sur era un país libre. Pensaba que había sido colonizado por EEUU. y que los soldados estadounidenses violaban a las mujeres y a los niños, asesinaban a la gente.
Pensaba que era el peor lugar del mundo.


AMOR PROHIBIDO

El punto de inflexión en mi vida fue cuando vi la película "Titanic". Jamás había visto algo así en mi vida, porque nunca se ven historias de amor en Corea del Norte.
El amor es considerado algo vergonzoso allá, nunca hablamos de eso.
No hay canciones, películas o novelas sobre el amor, así que no podía creer cuando vi "Titanic" que alguien pudiera hacer película sobre algo tan vergonzoso, y cómo podía ser que alguien muriera por amor y no por el régimen.
Eso fue una revolución en mi vida, me dio una primera idea sobre la libertad.
En Corea del Norte sabemos que los estadounidenses son mas ricos que nosotros, pero como en la novela "1984" de George Orwel, la gente en la calle sigue pensando que viven en el mejor país del mundo.
Ese libro explica todo lo que me pasó en mi psicología.
Cuando (el ex lider norcoreano) Kim Jong-il murio (en 2011), vivía en Corea del Sur con mi madre y no podíamos creerlo.
Mi madre me dijo: cómo podía ser que dios muriera, ¡y vivíamos en Corea del Sur!
En Corea del Norte no creen que haya muerto.
Están convencidos que su espíritu vive entre nosotros, como Jesús, y que lee nuestras mentes y sabe todo lo que hacemos, como en la película "El show de Truma.



EL ACTUAL GOBIERNO DE EVO MORALES TIENE LA IDEA DE CONVERTIR A BOLIVIA EN OTRA COREA DEL NORTE, por eso estimados compatriotas debemos luchar por nuestra LIBERTAD. Ningún verdadero cristiano apoya el socialismo, solo los pastores endiablados apoyan el comunismo-socialismo.

martes, 1 de marzo de 2016

¿SE DEBE ATAR A SATANAS?

Por: Jhon MacArthur

Una reexaminación de cómo la Biblia conecta los términos “atar” y “desatar” a los papeles únicos de los apóstoles en fundar la iglesia le ayudará a determinar si los creyentes deben o no deben atar a Satanás.

Jesús les dio autoridad a los apóstoles para atar y desatar cosas en la tierra. En Mateo 16:18-19 Jesús dice, “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Yo a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos”.


Después dijo esencialmente la misma cosa a los demás apóstoles (18:18). Efesios 2:20 nos dice que la iglesia es “[edificada] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.


El ministerio de los apóstoles fue fundacional – ellos constituyeron la autoridad y formación del ministerio entre la iglesia primaria dirigido por el Espíritu Santo. Hay un ejemplo de eso en Hechos 15, en donde los apóstoles y ancianos de la iglesia trabajaron en tal vez el más significante problema que ellos hasta ese momento habían tenido.


Algunas personas asociadas con la iglesia clamaban que la circuncisión era un requisito para la salvación. La decisión de los apóstoles contra esta posición vino a ser una atadura sobre todas las iglesias (Hechos 15:22-31). El Espíritu Santo orquestó su decisión de acuerdo a la voluntad de Dios (v. 28).

Después que Dios mandó a sus discípulos a recibir el Espíritu Santo en Juan 20:22, les dijo, “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos” (v. 23). No les estaba dando el poder de perdonar pecados – solamente nuestro Señor Jesucristo puede hacer eso (Marcos 2:7-10; Hechos 4:12). Sino, les dio la autoridad para declarar lo que Dios ya había hecho en el cielo (cp. Mateo 6:10).


Jesús les dio a los apóstoles la autoridad de atar y desatar – hablar y actuar bajo la autoridad de Dios – como los representantes fundacionales de la iglesia. Ellos no actuaron arbitrariamente, ni operaron aparte del Espíritu Santo (Hechos 2:42-47; 4:28-33).


Algunos aplican mal esa enseñanza para incluir la atadura de Satanás. No hay un mandamiento en la Escritura que habla de atar a Satanás, ni hay un ejemplo bíblico de esta práctica. Satanás permanece como el “príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2) hasta que sea encadenado (por un ángel, no por un ser humano) durante el reino del milenio de Cristo (Apocalipsis 20: 1-3). Los discípulos echaron fuera demonios, pero nunca los ataron ni ataron a Satanás.

INTOLERANTE ANTE EL ERROR

Por: John MacArthur

Como cristianos, debemos entender que todo lo que se opone a la Palabra de Dios o que de alguna manera se aparta de ella es un peligro para la propia causa de la verdad. La pasividad frente al error conocido no es una opción para el cristiano. La intolerancia acérrima del error forma parte de la estructura misma de las Escrituras. Y la tolerancia del error conocido no es una virtud.

Jesús afirmó de manera clara y sin pudor la exclusividad absoluta del cristianismo. Él dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por Mí "(Juan 14:6). "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). Obviamente, ese tipo de exclusividad es fundamentalmente incompatible con la tolerancia posmoderna.
La verdad y el error no se pueden combinar para producir algo beneficioso. La verdad y el error son tan incompatibles como la luz y la oscuridad. "¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?" (2 Corintios 6:14-16).
No podemos decirle al mundo: "Esto es verdad, pero lo que usted quiere creer está bien también. No está bien. La Escritura nos manda a ser intolerantes con cualquier idea que niegue la verdad.
Para que nadie malinterprete, no estoy defendiendo al dogmatismo en todas y cada una de las cuestiones teológicas. Algunas cosas en la Escritura no están perfectamente claras. Pero las enseñanzas centrales de la Biblia (en particular, las cosas relacionadas con el camino de la salvación) son tan sencillas y tan claras que hasta un niño las puede entender.

Esas cosas que son necesarias para conocer, creer y observar para la salvación, están tan claramente propuestas y desplegadas en algún lugar de la Escritura u otro, que no sólo los ilustrados, sino también los iletrados, mediante el debido uso de los medios ordinarios, pueden tener un entendimiento suficiente de ellos. (Confesión de Fe de Westminster, 1:7).

Toda la verdad que es necesaria para nuestra salvación se puede entender fácilmente de forma verdadera por cualquier persona que aplica el sentido común y la diligencia debida para tratar de entender lo que la Biblia enseña. Y esa verdad - el mensaje central de la Biblia - es incompatible con cualquier otro sistema de creencias. Debemos ser dogmáticos al respecto.

No es de extrañar que el posmodernismo, que se enorgullece de ser tolerante con todas las visiones que compiten en el mundo, sea sin embargo hostil al cristianismo bíblico. Incluso el post-modernista más determinado reconoce que el cristianismo bíblico por su propia naturaleza es totalmente incompatible con una posición de aceptación liberal incondicional. Si aceptamos el hecho de que la Biblia es la verdad objetiva e incuestionable de Dios, estamos obligados a ver que cada otro punto de vista no es igual o potencialmente válido.

No hay necesidad de buscar un término medio a través del diálogo con los defensores de las visiones del mundo anti-cristianas, como si la verdad pudiera ser refinada por el método dialéctico. Es una locura pensar que la verdad dada por revelación divina necesita algún perfeccionamiento o actualización. Tampoco debemos pensar que podemos hacer frente a las visiones opuestas del mundo en un terreno filosóficamente neutral. El terreno entre nosotros no es neutral. Si realmente creemos que la Palabra de Dios es verdad, sabemos que todo lo contrario es un error. Y no debemos ceder en absoluto ante el error.

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