¿Se debe apoyar la división del territorio de Israel?

Este jueves, el liderazgo palestino pedirá a la Asamblea General de las Naciones Unidas votar una resolución que les dará mayor personalidad jurídica internacional, no un estado soberano por completo, pero muy cercano a uno, similar al Vaticano. Francia, Rusia, China y la mayoría de las naciones del mundo han indicado que votarían que "sí" a la resolución. El mundo está a punto de decir que sí a un Estado palestino soberano a pesar del hecho de que los palestinos de Gaza acaba de cometer más de 3.000 crímenes de guerra la semana pasada (cada cohete fue disparado desde detrás de inocentes civiles árabes y dispararon contra inocentes civiles judíos, por lo que cada cohete disparado es un doble crimen de guerra), a pesar de que la Autoridad Palestina en la Ribera Occidental no tiene ningún control sobre la situación en Gaza, a pesar del hecho de que la Autoridad Palestina se ha negado a sentarse a conversaciones de paz cara a cara con los israelíes durante años, y a pesar del hecho de que la Autoridad Palestina está casi en quiebra y no puede pagar a sus trabajadores). Los EE.UU. y Alemania están entre un puñado de naciones que han dicho que se opondrán a esta resolución. La razón por la que se oponen a esta resolución no es porque se oponen a la creación de un Estado palestino soberano. Por el contrario, ningún gobierno en el mundo se opone a dividir la tierra de Israel y crear un Estado palestino soberano. La razón por la que los EE.UU., Alemania y otros se oponen a esta resolución se debe a que se trata esencialmente de una medida unilateral por parte de la Autoridad Palestina para llegar a ser un Estado sin negociar directamente con el Estado de Israel. Los Acuerdos de Oslo - que fueron firmados en los años 90 por parte de Israel y los palestinos - prohibió acciones unilaterales por cualquiera de los lados. Por lo tanto, el liderazgo palestino está tratando de romper el acuerdo diplomático que firmó con Israel. Eso no es un buen augurio para futuras conversaciones de paz. Al final, la creación de un nuevo estado soberano reconocido internacionalmente en el mundo requiere un voto afirmativo por el Consejo de Seguridad de la ONU, no la Asamblea General. Los EE.UU. continúan con la promesa de vetar cualquier resolución de este tipo que pueda presentarse ante el Consejo de Seguridad a menos que sea el resultado de un tratado general de paz acordado previamente por los israelíes y los dirigentes palestinos. Esto nos lleva de nuevo a la cuestión de si los cristianos debemos apoyar la creación de un Estado palestino soberano. Veamos qué dicen las Escrituras al respecto: La Biblia no habla precisamente de la cuestión de si debe crearse o no un Estado palestino soberano. Dicho esto, la evidencia geopolítica y profética indica que habrá un Estado 'palestino' en un futuro no muy lejano. La presión internacional sobre Israel para cerrar un trato, dividir la tierra, y crear un Estado palestino es abrumadora, implacable, e intensa. En la actualidad, los líderes palestinos se niegan a negociar directamente con Israel. Más bien, ellos esperan declarar unilateralmente un Estado obteniendo la mayoría de los países en la ONU a votar por la creación del Estado en la sesión de la Asamblea General en Nueva York. Los palestinos tienen más que suficientes votos para aprobar una resolución de la ONU en la Asamblea General (aunque, de nuevo, los EE.UU. han sugerido que vetarían una declaración unilateral cuando llegase al Consejo de Seguridad). La presión internacional más intensa para un Estado palestino proviene de Europa occidental, que se ha vuelto cada vez más anti-Israel y cada vez más antisemita. La mayoría de los israelíes se han agotado con el conflicto árabe-israelí y ahora apoyarían un Estado palestino bajo ciertas condiciones. Incluso el primer ministro Benjamin Netanyahu - el líder del partido de centro-derecha Likud (que se ha opuesto la creación de un Estado palestino) - se ha ofrecido a dividir la Tierra y ayudar a crear un Estado palestino, siempre y cuando sea desmilitarizado y no divida a Jerusalén. Sin embargo, la Biblia advierte fuertemente a las naciones NO dividir la tierra de Israel y afirma que TODAS LAS NACIONES QUE LO HAGAN SE ENFRENTARÁN AL JUICIO DE DIOS. El Señor le dijo al profeta hebreo Joel: "reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra "(Joel 3:2). A pesar de esta advertencia, las naciones han dividido varias veces la Tierra de Israel a través de los siglos. La profecía bíblica indica que la Tierra se dividirá nuevamente en los últimos días. El profeta hebreo escribió en Daniel 9:26-27 que en los últimos días "el príncipe que ha de venir" (el Anticristo) "hará un pacto firme" (un tratado de paz) "con muchos" (los vecinos de Israel) durante SIETE años, pero luego se romperá el tratado a los tres años y medio. Esto sugiere (con mucha firmeza) que se creará un estado o será reafirmado este tratado. Finalmente, después de romper el tratado de paz, el Anticristo invadirá y conquistará Israel y gobernará el mundo con gran mal y tiranía desde la "tierra gloriosa." El profeta Daniel escribió: "También entrará a la Tierra Hermosa, y muchos países caerán .... y él saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo[de Jerusalén]" antes de ser destruidos y juzgados por el Señor mismo. (Daniel 11:41, 44, 45) Sobre la base de estas y otras escrituras, un Estado palestino soberano, se creará, aunque probablemente sería temporal en duración. Las líneas generales de un acuerdo geopolítico ya están hechos. Funcionarios israelíes y palestinos han estado negociando de forma intermitente durante décadas. Así que debemos esperar que la presión europea y, finalmente, un líder (el Anticristo) tomará la iniciativa y logrará un acuerdo - para muchos, se verá como un acuerdo de paz maravilloso, en un principio, pero la Biblia deja en claro que a su vez será desastroso para Israel y los palestinos, y el mundo entero. A la luz de las Escrituras, no podemos apoyar la creación de un Estado palestino soberano (que puede poseer un ejército, fuerza aérea y marina, uno que puede hacer tratados con los enemigos de Israel, que pueda poner en peligro la existencia misma del Estado de Israel), porque esto violaría la ADVERTENCIA bíblica de no dividir a la Tierra. En efecto, los cristianos debemos con CLARIDAD Y FIRMEZA ADVERTIR A LAS NACIONES DE NO DIVIDIR LA TIERRA en desobediencia a la Palabra de Dios, ya que conducirá al juicio divino y terrible sobre quienes lo hagan. Dicho esto, podemos apoyar la autonomía palestina. Es decir, apoyar plenamente el derecho de los palestinos a manejar sus vidas diarias y sus gobiernos locales, incluyendo la administración de la policía local, la educación, los servicios públicos, las comunicaciones, el transporte, los impuestos, etc. Pero no podemos apoyar la división de la Tierra de Israel. Israel debe trabajar siempre en hacer un buen trabajo para el tratamiento de los árabes con el amor, la compasión y la justicia, conforme a las Escrituras. La iglesia por su parte debe hacer su trabajo de amar y compartir el evangelio de la gloria de Jesucristo tanto con israelíes, árabes asi como con palestinos, para que puedan encontrar el perdón de sus pecados, la paz en sus corazones, esperanza para su futuro, y la salvación de sus almas (Juan 3:16). Las Escrituras son muy claras: el Señor ama a los palestinos tanto como Él ama al pueblo judío, y le dijo a Moisés que le dijera a los hijos de Israel que cuidaran a los no-Judios en la tierra, los bendijeran y los trataran con honestidad y de manera justa, con justicia y compasión. (Véase Deuteronomio 14:29, 23:7, 24:14-15, 24:19-22, 26:12-13) Jesús es el modelo del amor por el pueblo judío (Mateo 15:32, Marcos 6:34, Marcos 8:1-3, Lucas 10:3-9, Lucas 23:34), ypor sus vecinos (Mateo 19:19, Lucas 10: 27-37), y sus enemigos (Mateo 5:43-44) y les dijo a sus seguidores que hicieran lo mismo. Sigamos orando por el Príncipe de la Paz - Yeshúa (Jesús), el Mesías - para que atraiga más y más gente a sí mismo.Esta es la única esperanza real y duradera para la paz