Los Cinco Puntos Del Calvinismo
por W.J.Seaton
traducido por Gabriella Rodriguez
Prefacio
Escasamente hay otra palabra que promueva semejante
sospecha, desconfianza, y aun animosidad entre Cristianos profesantes
como es la palabra Calvinismo. Y sin embargo mucho del celo que es
asestado en contra de este sistema y a esos que lo sostienen y predican
es muy seguramente un celo el cual no es conforme a conocimiento. Los
siguientes artículos han sido escritos con la esperanza de que mucho del
abuso que es lanzado al sistema teológico Calvinista sea retirado, y
qué la verdad de esa grandiosa enseñanza, la cual era el apoyó de
nuestros padres en la fe, y la fuerza de la iglesia en una era mucho más
gloriosa que la de nosotros, sea vista claramente.
Introducción
Debemos
de tener nuestro punto de empiece en Holanda en el año 1610. Santiago
Arminio, un profesor Holandés, se acababa de morir y sus enseñanzas se
habían formulado en cinco puntos principales de doctrina por sus
seguidores- conocidos como Arminianos. Hasta este punto, las iglesias
de Holanda, en común con las otras Iglesias Protestantes principales en
Europa, se habían subscrito a las Confesiones de fe de Belga, y de
Heidelberg, las cuales fueron establecidas firmemente en las enseñanzas
de la Reforma. Sin embargo, los Arminianos querían cambiar esta
posición, y ellos presentaron sus cinco puntos en forma de demostración o
protesta al parlamento Holandés. Los cinco puntos del Arminianismo
fueron, hablando ampliamente, como siguen:
I.
Libre albedrío o habilidad humana. Esto enseñaba
que El Hombre aunque afectado por la caída, no estaba totalmente incapaz
de escoger bienes espirituales, y era capaz de ejercitar fe en Dios en
orden para recibir el evangelio y así-traerse asimismo a la posesión de
la salvación.
II.
Elección condicional- Esto enseñaba que Dios tendía sus
manos sobre aquellos individuos que El sabia-o previo- que responderían
al evangelio. Dios eligió aquellos que salvados por su libre voluntad y
en su estado natural caído- que era, por supuesto, de acuerdo con el
primer punto del Arminianismo, no completamente caído de todos modos.
III.
Redención Universal, o Expiación Universal- Esto enseñaba
que Cristo murió para salvar a todo hombre; pero solamente en manera
potencial. La muerte de Cristo hacia posible a Dios perdonar a los
pecadores, pero solamente con la condición de que creyeran.
IV.
La obra del Espíritu Santo en la regeneración limitada por
la voluntad humana. Esto enseñaba que El Espíritu Santo, cuando
empezaba a obrar para traer a una persona a Cristo, podía ser resistido
eficazmente, y Su propósito frustrado. El no podía impartir vida al
menos que el pecador estuviera dispuesto a que esta vida fuera
impartida.
V.
Caerse de la gracia. Esto enseñaba que un hombre salvo
podía perder finalmente la salvación. Esto es, por supuesto, la
consecuencia lógica, y natural del sistema. Si el hombre tiene que tomar
la iniciativa en su salvación, tiene que retener la responsabilidad
para la consecuencia final.
Los cinco puntos del Arminianismo fueron presentados al Estado y
un Sínodo Nacional de la iglesia, fue llamado a reunirse en Dort en
1618 para examinar las enseñanzas de Arminio a la luz de las
Escrituras. El Sínodo de Dort se reunió por 154 sesiones por un periodo
de siete meses, pero al final no pudo encontrar terreno en cual
reconciliar el punto de vista Arminiano con el expuesto en la Palabra
de Dios. Reafirmando la posición inconfundible propuesta en la Reforma,
y formulada por el teólogo Francés Juan Calvino, el Sínodo de Dort
formulo sus Cinco Puntos Calvinistas para contradecir el sistema
Arminano. Estos a veces son puestos en la forma de un acróstico en la
palabra ‘TULIP’ así como sigue:
T Total Depravity - Depravación Total (esto es Inhabilidad Total)
U Unconditional Election - Elección Incondicional
L Limited Atonement - Expiación Limitada
I Irresistible Calling - Llamamiento Irresistible
P Perseverance of the Saints - Perseverancia de los Santos
Así como ya se puede ver, estos asimismo se asientan en completa
oposición a los cinco puntos del Arminianismo. El hombre es totalmente
incapaz de salvarse asimismo a cuenta de la caída en el Jardín del Edén
siendo una caída total. Si siendo incapaz de salvarse asimismo,
entonces Dios debe salvar. Si Dios debe salvar, entonces Dios debe de
ser libre para salvar al que Él desea. Si Dios a decretado de salvar a
quien Él desea, entonces es por esos por quien Cristo hizo expiación en
la Cruz. Si Cristo murió por ellos, entonces el Espíritu Santo los
llamara efectivamente a esa salvación. Si la salvación entonces desde
el principio ha sido de Dios, el final también será de Dios y los
santos perseveraran un gozo eternal.
Estos son los así-llamados cinco puntos del Calvinismo. Ahora
proseguiremos a examinarlos con mas detalle, firmemente basados como lo
son en la Palabra de Dios, y sostenidos tenasmente, por nuestros
antepasados en ‘la fe una vez entregada a los santos’. Por esa fe
debemos contender ardientemente. Veremos la verdad de la que Charles
Haddon Spurgeon quiso decir cuando declaro, ‘No es una novedad,
entonces, lo que estoy predicando; no una nueva doctrina. Amo proclamar
esas fuertes, antiguas doctrinas que tienen por sobre nombre
Calvinismo, pero las cuales son de seguro y verdaderamente la verdad
revelada de Dios así como lo es en Cristo Jesús.
I. Depravación Total:
Cuando venimos a considerar el primero de los cinco puntos
principales del Calvinismo, seguramente lo que nos debe impresionar es
el hecho de que este sistema empieza con algo que debe ser fundamental
en el asunto de la salvación, y esto es, una evaluación correcta de la
condición del individuo que se debe salvar. Si tenemos vistas
deficientes y ligeras sobre el pecado; entonces estamos propensos a
tener vistas defectuosas para la salvación del pecador. Si creemos que
la caída del hombre en el Huerto del Edén era meramente parcial,
entonces lo mas seguro es de que estaremos satisfechos con una salvación
que es atribuible, parte al hombre, y parte a Dios. !Que tan llenas de
sentido común están las palabras de J. C. Ryle en este asunto! “Hay muy
pocos errores y doctrinas falsas”, dijo él, “de las cuales el principio
no pueda ser rastreado a vistas erróneas sobre la corrupción de la
naturaleza humana. Vistas erróneas de una enfermedad siempre traerán,
con ellas vistas erróneas del remedio. Vistas erróneas de la corrupción
de la naturaleza humana siempre traerán consigo vistas erróneas del
gran antidote y cura de esa corrupción”.
Enteramente apercibidos de que esto era el caso, los teólogos de
la Reforma y esos que formularon las enseñanzas Reformadas en estos
cinco puntos en el Sínodo de Dort, basando sus datos firmemente en las
Escrituras, pronunciaron que el estado natural del hombre es un estado
de depravación total y por consiguiente, había inhabilidad total de
parte del hombre para ganar, o contribuir, a su salvación.
Cuando los Calvinistas hablan de depravación total, sin embargo no
se refieren a que cada hombre es tan malvado como pueda ser, ni que el
hombre sea incapaz de reconocer la voluntad de Dios; ni tampoco de que
sea incapaz de hacer algún bien hacia su prójimo o aun dar lealtad
externa a la adoración de Dios. Lo que sí quieren decir es que cuando
el hombre cayo en el Huerto del Edén cayo en su ‘totalidad’. La
personalidad completa del hombre ha sido afectada por la caída, y el
pecado se extiende al completo de las facultades- la voluntad, el
entendimiento, el afecto y todo lo demás. Creemos que esto es
irrefutablemente enseñado por la Palabra de Dios a la cual ahora nos
referimos. Lo siguiente es meramente una selección de las Escrituras
que confirman la enseñanza Calvinista de la depravación total.
La Biblia enseña con absoluta claridad que el hombre, por
naturaleza, esta MUERTO! “ Así que como por un hombre el pecado entro en
el mundo, y la muerte por el pecado; y así la muerte paso a todos los
hombres, porque todos han pecado”. [Rom. 5:12] Nos enseña de que los
hombres están ESCLAVIZADOS: “Que con mansedumbre corrija a los que se
oponen: si quizás Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad;
y se zafen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de el
[II Tim. 2:25]. Nos enseña que el hombre esta CIEGO, y SORDO: ‘ … mas a
los que están fuera, por parábolas todas las cosas; Para que viendo,
vean y no echen de ver; y oyendo oigan y no entiendan [Marcos 4:11].
Nos enseña que NO ESTAMOS INSTRUIDOS, “mas el hombre animal no percibe
las cosas que son del Espíritu de Dios porque le son locura; y no las
puede entender, porque se han de examinar espiritualmente” [I Cor.
2:14]. La Biblia habla de nosotros que somos PECAMINOSOS POR
NATURALEZA: (i) Por Nacimiento: “He aquí, en maldad he sido formado, y
en pecado me concibió mi madre” [Salmos 51:5]. (ii) Por Practica: “Y
vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal” [Gen. 6:5].
Esto entonces, es el estado natural del hombre. Entonces debemos
preguntar; ¿pueden los muertos levantarse a sí mismos? ¿Pueden los
ciegos darse vista a sí mismos, o los sordos darse el oír? ¿ Pueden los
esclavos redimirse a sí mismos? ¿Puede el no instruido enseñarse a sí
mismo? ¿ Puede el naturalmente pecaminoso cambiarse a sí mismo? Seguro
que no! “¿Quién puede sacar algo limpio de lo impuro?” pregunta Job; y
el contesta, “Nadie!” [Job 14:4]. “¿Puede el Etiope cambiar su piel o
el leopardo sus manchas?” pregunta Jeremías; “Si pueden” él concluye,
“entonces también vosotros podéis hacer el bien, estando habituados a
hacer el mal.” [Jer. 13:23].
¿Puede la Palabra de Dios mostrar mas plenamente de lo que ya lo
hace de que la depravación es total? ¿Y que nuestra inhabilidad de
desear o procurar la salvación es también total? El retrato es uno de
muerte- muerte espiritual. Somos como Lázaro en la tumba; estamos
ceñido de manos y pies; la corrupción se ha apoderado de nosotros. Así
como cuando no había ni vislumbre de vida en el cuerpo muerto de
Lázaro, así no hay ‘una chispa receptiva interna’ en nuestros
corazones. Pero el Señor hace el milagro- con ambos los físicamente
muertos, y los espiritualmente muertos; porque han sido
restituidos-hechos vivos que estaban muertos en delitos y pecados.
[Efesios 2:1]. La salvación, por su mera naturaleza debe “ser del
Señor.”
II. Elección Incondicional
Nuestro
aceptamiento o rechazo de la depravación total como una declaración
Bíblica de la condición natural del hombre determinara mayormente
nuestra actitud hacia el siguiente punto que se reviso en el Sinodo de
Dort. Elección incondicional ha sido bien declarado en la Confesión de
Fe Bautista de 1689, la cual aquí citamos como un sumario conveniente.
También esta declarado en casi términos idénticos en la Confesión de
Westminister y en los Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de
Inglaterra y en todas las confesiones mayores.
“Esos de la humanidad que han sido predestinados a vida”
dice la Confesión Bautista, “Dios antes que la fundación del mundo fuera
puesta, de acuerdo con Su eterno e inmutable propósito, y el consejo
secreto y buen placer de Su voluntad, había escogido en Cristo a Gloria
sempiterna, por Su mera gracia gratuita y amor sin ninguna otra cosa en
la criatura como condición o causa moviéndolo a hacerlo’. [Capitulo 3,
Articulo 5].
La doctrina de elección incondicional sigue naturalmente de
la doctrina de depravación completa. Si el hombre ,si en verdad, esta
muerto y prisionero , y ciego etc., entonces el remedio para todas estas
condiciones debe descansar fuera del hombre mismo (Esto es, con Dios).
Nos preguntamos en él ultimo capitulo; “puede el muerto levantarse así
mismo?” Y la respuesta inevitablemente debe ser: “por supuesto que
no”. Sin embargo hombres y mujeres son levantados de su muerte
espiritual- “nacidos de nuevo” como lo pone el evangelio según San Juan;
y como son incapaces de llevar a cabo esta obra por ellos mismos,
entonces tenemos que concluir que era Dios quien los levanto. Por el
otro lado como muchos hombres y mujeres no han sido vivificados, tenemos
que igualmente concluir que eso es porque Dios no los ha levantado. Si
el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo teniendo en cuenta que la
caída de Adán siendo una caída total, y si solo Dios puede salvar, y si
no todos son salvos, entonces la conclusión debe ser que Dios no ha
escogido salvar a todos.
Esta no es una filosofía siega, pero es sacada, construida
sobre, apoyada por, y revelada en las Escrituras de Dios. El tema es
uno que es tan vasto como el océano mismo; pero no podemos hacer mas que
citar solo unos pocos versos claves y escritos que actúan como mapas y
compás a través de estos poderosos mares.
La historia de la Biblia es la historia de elección
incondicional. Es extraño que los que se oponen a esta doctrina fallan
en reconocer esto. Algunos creyentes tienen dificultad en creer que
Dios pueda pasar a algunos y escoger a otros, y sin embargo no parecen
tener dificultad en creer que Dios llamo a Abraham del pagano Ur de los
Caldeos y dejo a los otros en su paganismo. ¿Porque debería Dios
escoger a la nación de Israel como Su “gente peculiar”? No hay necesidad
de especular, porque Deuteronomio 7:7 nos da la prepuesta: “No por ser
vosotros mas que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha
escogido; porque vosotros erais los mas pocos de todos los pueblos: Sino
porque Jehová os amo,...’ porque debería Dios, completamente
desatendiendo las leyes familiares de Israel, escoger al hijo menor
Jacob, en lugar de Esau el mayor? Otra vez, “a la ley y al
testimonio”. Rom. 9:11-13 “…para que el propósito de Dios conforme a la
elección, .. A Jacob ame mas a Esau aborrecí.”
¿Cuál era la doctrina que Jesús predico en la sinagoga en
Nazaret sino la doctrina de elección incondicional? “Mas en verdad os
digo, que muchas viudas había en Israel en los tiempos de Elías, … Pero a
ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a Sarepta de Sidon a una mujer
viuda.” [Lucas 4:25-27]. Sabemos los resultados de la predicación de
nuestro Señor de ese mensaje. “Y le llevaron hasta la cumbre del monte
para despenarle.”
Falta de espacio prohíbe un relato completo de la selección
soberana de Dios de Su pueblo; pero la verdad es clara: “No me
elegisteis vosotros a mí mas yo os elegí a vosotros; [Juan 15:6]; O no
tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para
honra, y otro par vergüenza?” [Rom. 9:21] “Tendré misericordia del que
tendré misericordia, [Rom 9:15]. “Según nos escogió en Él antes de la
fundación del mundo,” habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
[Efesios 1:4-5]; y así sucesivamente (etcétera).
Concecionamos que hay una “clase de elección” que es
sostenida por muchos creyentes hoy día. Hablando bastamente esta basada
en Rom. 8:29; “Porque a los que antes conoció, también predestino,
etc.? El caso corre algo así: Dios previo a esos que iban a aceptar a
Cristo, y por consiguiente los “eligió” para vida eterna. En contra de
esta mira señalamos que:
1.
El preconocimiento de Dios del que aquí se habla esta
en conexión a la gente y no en conexión a alguna acción que la gente
hizo. La Escritura indica; ‘A los que conoció’…etc.. Otra vez Dios
habla así por medio de Amos: “Solo a ti he conocido de todas las
naciones de la tierra? Esto quiere decir, irrespectivamente de alguna
acción buena o mala obrada por ellos, Dios los “conoció” en el sentido
que Los amo y escogió para ser de Él. Así es como El previo a sus
escogidos.
2.
No hará nada el decir que Dios nos eligio porque vio
algo que íbamos a hacer- eso es, aceptar a Su Hijo. No somos escogidos
porque obramos tal obra santa de “aceptar” a Cristo, sino somos
escogidos para que podamos estar capacitados para ‘aceptarlo’ a Él.
“Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparo para que anduviésemos en ellas.” [Efe. 2:10]
3.
Tampoco hará el decir que Dios previo a los que iban a
creer. Hechos 13:48 hace esto lo abundantemente claro: ‘Y creyeron
todos los que estaban ordenados para vida eterna. La elección no es a
causa de nuestro creer, pero nuestro creer es a causa de haber sido
elegidos- “ordenados para vida eterna”.
4.
Otra vez, el decir que ejercemos fe al aceptar a
Cristo, y que Dios previo esta fe, y por eso nos eligió, solo nos lleva a
un paso mas atrás; porque, ¿de donde agarramos esa fe, para ejercer?
La Escritura nos da la respuesta: “Es un don de Dios, y no de nosotros
mismos.”
Seguramente,
en lugar de discutir en contra de estas cosas, deberíamos estar
haciendo lo que El Espíritu Santo por el Apostal Pedro nos ordeno a
hacer: “da diligencia hacer tu llamado y elección segura.”
III. Expiación Limitada
Este
tercer punto no solamente nos trae al punto central de los cinco, pero
también a la verdad central del evangelio, esto es, al propósito de la
muerte de Cristo en la cruz. Esto no es accidental. Los teólogos que
se han puesto la tarea de defender las verdades de la Reforma
Protestante en contra de los ataques del partido Arminiano estaban
siguiendo una línea Bíblica y lógica en sus formulaciones y habían
llegado ya al mero punto de vuelta de la salvación. Primero que todo sé
habían preguntado ¿“A quien se va a salvar”? La respuesta fue “Al
Hombre”. Pero la enseñanza de la Biblia concerniendo al hombre mostraba
que el hombre, en su estado natural, es totalmente incapaz de salvarse a
sí mismo. De este modo, tenemos la enseñanza de la Biblia que ha
puesto al hombre debajo del titulo general de depravación total, o
inhabilidad total. Segundo como algunos hombres y mujeres son
indudablemente salvos, entonces tiene que haber sido Dios Mismo quien
los salvo en contra-distinción del resto de la humanidad. Esto es
elección: “Para que él propósito de Dios conforme a la elección,
permaneciese…” [Rom 9:11]. Sin embargo, esta elección no mas “marco la
casa, a la cual la salvación debe viajar”, así como lo pone Spurgeon, y
una expiación completa, y perfecta y satisfactoria todavía era
requerida, para los pecados de los elegidos, para que Dios fuera, no
solamente un Salvador, sino un Dios justo, y un Salvador”. Esta
expiación, como todos confesamos, fue realizada por la sumisión
voluntaria de Cristo a la muerte en la cruz donde sufrió bajo la
justicia de este Dios justo, y procuro la salvación que el cómo Salvador
había ordenado. En la cruz, entonces,- y sin duda todos aceptamos
esto- Cristo soporto el castigo, y procuro la salvación.
La pregunta ahora se levanta: por quien soporto el castigo, y
por quien procuro la salvación? Hay tres avenidas por las cuales
podemos viajar respecto a esto:
1. Cristo murió para salvar a todo hombre, sin distinción.
2. Cristo murió para salvar a nadie en particular.
3. Cristo murió para salvar a cierto numero
El
primer punto de vista es el sostenido por “Universalistas” a saber,
Cristo murió para salvar a todos los hombres, y así, muy lógicamente
asumen, todos los hombres serán salvos. Si Cristo ha pagado la deuda
del pecado, ha salvado, rescatado, dado Su vida por todos los hombres,
entonces todos los hombres serán salvos. El segundo punto de vista es
la “Arminiana”, que Cristo procuro una salvación potencial para todos
los hombres. Cristo murió en la cruz, este parecer dice, pero aunque
pago la deuda de nuestros pecados, su obra en la cruz no es eficaz hasta
que el hombre se “decida por” Cristo y así de ese modo ser salvo. La
tercera vista de la Expiación es la “Calvinista”, y dice que Cristo
murió positivamente y efectivamente para salvar a cierto numero de
pecadores que merecían él infiernó en quienes El Padre había puesto su
libre elegible amor. El Hijo paga la deuda por estos elegidos, hace
satisfacción por ellos a la justicia del Padre, y imputa Su propia
justicia a ellos para que sean completos en Él.
La muerte de Cristo, entonces, no mas pudo haber sido por
una de estas tres rezones: para salvar a todos; para salvar a nadie en
particular; para salvar a un numero en particular. La tercera vista es
la que sostienen los Calvinistas. Y generalmente es llamada expiación
limitada, o redención particular. Cristo murió para salvar a un numero
particular de pecadores; esto es, aquellos “según nos escogió en Él
antes de la fundación del mundo” [Efe. 1:4] aquellos a quien el Padre
“Le ha dado del mundo [Juan 17:9]; aquellos por quien El mismo dijo
derramaba su sangré: “Porque, esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual
es derramada por muchos para remisión de los pecados.” [Mat. 26:28
Esta ultima vista, afirmamos, hace justicia al propósito de
Cristo de venir a esta tierra a morir en la cruz. “Llamaras su nombre
Jesús, porque salvara a su gente de sus pecados.” No a los Judíos,
seguramente, porque los Judíos no son salvos como gente. Jesús “amo a la
Iglesia y se entrego a sí mismo por ella”. [Efe 5:25]. “El cual fue
entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.
[Rom. 4:25]. A quienes El Espíritu Santo se refiere cuando dice,
“Nuestro”. El mundo? Si es así, entonces los Universalistas están
correctos, porque Cristo fue, entonces, “Entregado por los delitos [del
mundo] y resucitado para justificación [del mundo]; así el mundo esta
justificado ante Dios. “Porque así como en Adán todos mueren, así
también en Cristo todos serán vivificados. [I Cor. 15:22]. Esto otra
vez solo puede significar que toda la posteridad de Adán muere en Adán,
que a la verdad así es, porque “la muerte a pasado a todos los
hombres”. Pero toda la posteridad de Cristo- la Iglesia que se dio a sí
mismo por ella- son vivificados en Él. Por que es esto? Seguramente,
es porque se dio a sí mismo por ellos! “Con su conocimiento justificara
mi siervo justo a muchos, y él llevara las iniquidad de ellos [Is.
53:11]. Y cuando efectúa esto, mientras cuelga en la cruz, dice el
profeta Isaías en ese grandioso capitulo 53 de su profecía, “del trabajo
de su alma vera y será saciado”. El trabajo de su alma mientras
derrama su alma en ofrenda por nuestros pecados produce hijos
espirituales a la gloria de su Nombre, y será satisfecho cuando vea esta
obra completada.
No pasamos por alto el hecho de que hay algunos Escritos los
cuales se refieren al “mundo”, y muchos han tomado esto como su punto
de empiece en la cuestión de redención. Sin embargo, cuando comparamos
escritura con escritura, vemos que el uso de la palabra “mundo” no
necesita implicar “cada hombre y mujer en el mundo”. “Miren el mundo a
ido en pos de Él” dijeron de Jesús; cada persona, sin embargo, no había
ido en pos de Cristo. La expresión significa “cada clase de persona” y
normalmente Gentiles como Judíos. La cuestión prevaleciente siempre
debe ser la intención Divina; intentó Dios salvar a todo hombre, o no?
Si El no intenta salvar a todo hombre sin excepción sino no mas a los
elegidos, entonces, la obra de Cristo en la Cruz es un glorioso éxito, y
bien creemos: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí…” [Juan 6:37].
Sí, por otra parte, era la intención de Dios salvar al mundo entero,
entonces la expiación de Cristo ha sido un gran fracaso, porque vastos
números de humanidad no han sido salvos. Cristo pago nuestra deuda!
Deuda de qué? Del mundo o de los elegidos? Seguramente, si un hombre a
sido redimido por un redentor, entonces la ley que ha quebrado tiene que
ser satisfecha por causa del trabajo del Fiador a su favor.
Si Tu has procurado mi descargo
Y libremente soportado en mi lugar
La completa ira Divina;
Dios no demandara dos veces el pago
Primero de la sangrienta mano de mi Fiador,
Y después otra vez de la mía.
IV. Gracia Irresistible
Este
cuarto punto de la creencia del sistema Calvinista es, otra vez, el
resultado lógico de todo lo que ha pasado antes que esto. Si los
hombres son incapaces de salvarse a sí mismos a causa de su naturaleza
caída, y si Dios ha propuesto salvarlos, y Cristo a realizado su
Salvación, entonces lógicamente sigue que Dios también debe proveer los
medios para llamarlos a los beneficios de esa salvación que Él a
procurado para ellos. El sistema teológico Calvinista, sin embargo,
aunque lógicamente cuerdo, es mas que un sistema de pura lógica. Es un
sistema de pura creencia Bíblica que se sostiene firmemente en la
Palabra de Dios. Su doctrina de gracia irresistible, entonces, no es
ideada por los hombres que redactaron los cinco puntos de Calvinismo en
el Sínodo de Dort, sino es la revelación revelada en la Palabra Santa de
Dios. Por ejemplo, Romanos 8:30: “y los que predestinó a estos
también llamó”, Dios no solamente, eligió hombres y mujeres para
salvación; Él también llamó a esos a quien le plació elegir.
Que quiere decir gracia irresistible? Sabemos que cuando el
evangelio sale afuera en una Iglesia, o al aire libre, o por medio de
leer la Palabra de Dios, no todos atienden a ese llamado. No todos son
convencidos del pecado y de su necesidad de Cristo. Esto explica el
hecho de que hay dos llamamientos. No nomás hay un llamamiento externo;
también hay un llamamiento interno. El llamamiento externo puede ser
descrito como “palabras del predicador”; y este llamamiento, cuando
sale, puede obrar un resultado de diferentes formas en un numero de
diferentes corazones produciendo un numero de diferentes resultados, No
obstante una cosa no hará; no obrara una obra de salvación en el alma
de un pecador. Porque una obra de salvación para ser labrada, el
llamamiento externo debe ser acompañado por el llamamiento interior del
Espíritu Santo de Dios. Porque Él es quien, “redarguye de pecado,
justicia y juicio”. Y cuando el Espíritu Santo llama a un hombre, o
mujer, o una persona joven por su gracia, ese llamamiento es
irresistible: no puede ser frustrado; es la manifestación de la gracia
irresistible de Dios.
Esto es probado una y otra vez, en la Palabra de Vida de
Dios, como por ejemplo en los siguientes versos y porciones.
1.
“Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que a
mí viene no le echo fuera” [Juan 6:37]. Nótese que son aquellos a quien
El Padre a “dado a Cristo”- los elegidos- que “vendrán” a el; y cuando
vienen a El no serán “rechazados”.
2.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no
le trajere. [Juan 6:44] Aquí nuestro Señor simplemente esta diciendo
que es imposible que el hombre venga a Él por ellos mismos; el Padre los
debe traer.
3.
Todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí
[Juan 6:45]. El hombre puede oír el llamamiento externo; pero son esos
los que han “aprendido del Padre” que responderán y vendrán a Cristo:
Así que, con Simón Pedro: “Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás,
porque no te lo revelo sangre ni carne sino mi Padre que esta en el
Cielo?”
4. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.” [Rom. 8:14]
5. Mas cuando plugó a Dios, que me aparto desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia…” [Gal. 1:15]
6.
“Mas vosotros sois linaje escogido… para que anunciéis
las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz
admirable.” [1 Ped. 2:9]
7. “Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su Gloria eterna por Jesús Cristo…” [1. Ped. 5:9]
Una sobresaliente ilustración de esta enseñanza de gracia
irresistible, o llamamiento eficaz, es ciertamente el incidente que
leemos en Hechos 16, El apóstol Pablo predica el evangelio a un grupo de
mujeres a las orillas del rió en Filipo; y así cuando lo hace, “una
cierta mujer llamada Lidia estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el
Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.” Pablo, el
predicador, hablo al oído de Lidia- el llamamiento externo; pero el
Señor hablo al corazón de Lidia- el llamamiento interno de gracia
irresistible.
Los Arminianos creen que los hombres y mujeres pueden y lo hacen,
resistir al llamamiento del evangelio de Dios, y, por eso contienden,
que no puede haber semejante doctrina como gracia irresistible.
Nosotros creemos que no nomás los hombres y mujeres pueden resistir el
evangelio de Dios, pero lo hacen, y deben por sus mismas naturalezas,
resistirlo. Por eso debe de haber tal doctrina como la doctrina de
gracia irresistible. En otras palabras, alguna influencia mayor qué
nuestra naturaleza- mayor que nuestra resistencia- debe ser traída para
producir sobre nuestras almas, si no para siempre la perdición, porque
“El hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios”.
Hay tres grandes fuerzas trabajando en el asunto de la salvación del
hombre:
1. La voluntad del hombre
2. La voluntad del diablo
3. La voluntad de Dios
¿Cuál voluntad será la vencedora? Si la voluntad de Dios no es
victoriosa
en el asunto de nuestra salvación, entonces, la voluntad del Diablo
tiene que ser porque el Diablo es mas fuerte que nosotros. Tomas
Watson, un viejo Puritano del siglo 17, pone el asunto vivido en estas
palabras, “Dios cabalga hacia adelante conquistando en el carruaje de su
Evangelio… Conquista el orgullo del corazón, y hace a la voluntad que
se levanto como un Fuerte Real en contra de Él, rendirse y inclinarse a
su gracia; Hace al corazón de piedra sangrar. O! Es un llamamiento
poderoso! ¿Porque entonces algunos hombres parecen hablar de una
persuasión moral? ¿Que Dios en la conversión de un pecador solo
persuade moralmente y no mas? ¿Si Dios en la conversión solo
persuadiera moralmente y no mas, entonces no pone tanto poder en el
salvar al hombre como el diablo lo hace al destruirlos. ¿Cuál voluntad
será la vencedora? ¿Nuestra voluntad? ¿Pero acaso no sobresale, a la
verdad, como un “fuerte real” en contra del Señor; “Y no queréis venir a
mí para que tengáis vida”. ¿La voluntad del diablo? Entonces quien
será salvo jamás, porque su voluntad siempre deberá ser mas fuerte que
la nuestra. Pero seguramente este es el evangelio, que “él mas fuerte
que el fuerte aparezca, conquistando, y para conquistar en el carruaje
de su Evangelio; y Él si conquista! Él conquista a satanás, y Él
conquista al hombre débil también para la alabanza de Su gracia
irresistible.
V. Perseverancia De Los Santos
Y
ahora, el punto final- la perseverancia de los santos. Otra vez, por
vía de sumario, vamos a referirnos a la Confesión Bautista, la cual esta
de acuerdo a este punto con las otras confesiones históricas de fe. ‘A
esos quienes Dios a aceptado en El Amado’, así dice, ‘efectivamente
llamados y santificados por su Espíritu, y habiéndoles sido dado la
preciosa fe de Sus elegidos, ni puedan totalmente ni finalmente caer del
estado de gracia, pero ciertamente perseveraran en ella hasta el fin, y
ser eternamente salvados, viendo que los dones y llamamientos de Dios
son sin arrepentimiento…”.
Otra vez permítanos enseñar que esto es exactamente lo que
la Escritura nos enseña. “Porque a los que antes conoció, también
predestino, para que fuesen hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para
que Él sea el primogénito entre muchos hermanos”; y aun más, “y a los
que predestino a estos también llamo; y a los que llamo a estos también
justifico, y a los qué justifico, a estos también glorificó. ¿Pues que
diremos a esto? ¿Sí Dios por nosotros quien contra nosotros?…Por lo
cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida… ni ninguna criatura nos
podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
[Rom. 8:27].
Y otra vez, vamos a reconocer el hecho que todo lo que los
hombres en el Sínodo de Dort ( y esos que enseñan igualmente) estaban
haciendo, estaban poniendo en compás chico en una forma sistemática, la
enseñanza del evangelio de Dios de la gracia libre y soberana. Si el
hombre no se puede salvar a sí mismo, entonces, Dios tiene que
salvarlo. Si todos no son salvos, entonces Dios no ha salvado a todos.
Si Cristo ha hecho satisfacción por los pecados, entonces es por los
pecados de aquellos que son salvos. Si Dios intenta revelar esta
salvación en Cristo a los corazones de esos a quien él escogió salvar,
entonces, Dios proveerá el medio de hacerlo efectivamente. Si, por
consiguiente, habiendo ordenado para salvar, murió para salvar, y llamó a
la salvación a esos quienes nunca podrían salvarse a sí mismos, El
también preservara a los salvos para la vida eterna para la Gloria de Su
Nombre.
Así siguiendo la depravación total, y elección
incondicional, y expiación limitada, y un llamamiento eficaz, tenemos-
la perseverancia de los santos. “El que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” [Fil. 1:6]. La
palabra de Dios esta repleta con referencias a esta bendita verdad. “Y
esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me
diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero”.
[Juan 6:39] “Y yo les doy vida eterna, y no perecerán para siempre, ni
nadie las arrebatará de mi mano” [Juan 10:28]. “Porque si siendo
enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho
mas estando reconciliados, seremos salvos por su vida. [Rom. 5:10].
“Ahora pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.”
[Rom. 8:1]
Este es el distintivo del creyente, que el pertenece a
Cristo; que esta perseverando en las cosas de Cristo; “qué esta dando
toda diligencia para hacer su llamado y elección segura”. El creyente
en Cristo puede caer en tentación, pero el Señor no lo dejara ser
tentado mas de lo que no pueda resistir, sino con la tentación dará
también la salida; para que el creyente venga adelante, y siga adelante
otra vez en las cosas pertenecientes a su salvación para la gloria de
Cristo. Esos versos incomparables de Romanos 8:28-39 enseñan la lógica
Divina en la salvación eterna de Dios; la lógica que el Calvinismo
simplemente declara. La salvación que empieza en la mente y propósito
de Dios debe terminar en el cumplimiento de Su infrustrable propósito
que esos “a quien antes conoció” están eternamente unidos con su
Salvador.
Conclusión
Esto,
entonces, en un muy amplio bosquejo, es la enseñanza que es a veces
llamada Calvinismo. Lejos de ser una innovación del hombre, es la
doctrina de la Palabra de Dios claramente formulada, y expuesta.
La pregunta perenne, sin embargo, es seguro que se
levantara: “Acaso no este Calvinismo estorba a la obra del evangelio?”
El vistazo más casual a la historia de la Iglesia de Cristo en este
mundo es suficiente para invalidar semejante opinión. El evangelio de
Cristo a florecido mas donde y cuando la gente del Señor han sostenido
estas doctrinas de gracia cerca de sus corazones. Pensamos en el celo
de William Carey que lo trajo de su zapatería a evangelizar para Cristo
en la India. Carey era un Calvinista sólido, como también Fuller, otro
gran Bautista que ayudó a formar la Asociación Bautista Misionera.
Considere estas palabras del pió David Brainerd, el hombre que creyó que
los Indios Rojos de América así como los hombres blancos tenían almas;
“yo entonces tengo dos deseos”, escribe él en su diario, “mi propia
santificación, y la reunión de los elegidos de Dios”. Uno de los más
grandes evangelistas de los tiempos modernos era el Calvinista George
Whitefield, sin embargo su Calvinismo nunca estorbó su predicación del
evangelio de Cristo: ‘Con ese divino patetismo’, se decía de el,
‘exhortaba al pecador a volver a Cristo!’.
El Calvinismo, si podemos usar la palabra sin ser
malentendidos, era el evangelio de Robert Murray M’Cheyne, como lo era
de Andre Bonar, y William Burns, ese gran líder de avivamiento, y
misionero a China. Mártires, Reformadores, lideres de la iglesia de
Cristo aquí en la tierra, cuando dicen del evangelio que predicaron y
murieron por él, hablan del evangelio de la gracia salvadora de Dios a
su rebaño escogido. ¿Cómo puede uno empezar a ponerlos en lista?
Lutero, Calvino, Tyndale, Latimer, Knox, Wishart, Perkins, Putherford,
Bunyan, Owen, Charnock, Goodwin, Flavel, Watson, Henry, Watts, Edwards,
Whitefield , Newton, Spurgeon, son sino pocos de la noble armada de
testigos de Dios de la verdad de la gracia soberana. Fue algo de su
obra para el Señor estorbada por lo que ellos creían? Y que es lo que
creían? Ellos creían que Dios era Señor Soberano. Se atrevieron a
creer que adoraban y servían a un Rey que “obra todas las cosas según el
consejo de su voluntad”. Bien lo puso ese príncipe de predicadores,
Charles Haddon Spurgeon, cuando dijo, “eh conocido hombres morderse el
labio, y fruncir los dientes en rabia cuando eh estado predicando la
soberanía de Dios… los doctrinarios de ahora permitirán un Dios, pero
no debe ser Rey!” Estorbó Spurgeon al evangelio? Y sin embargo, cuantos
se levantaron en contienda en contra de el por su doctrina! “Se nos
menosprecia como hiper’s” él podría decir, “escasamente un ministro nos
mira o habla favorablemente de nosotros; porque sostenemos vistas
fuertes sobre la divina soberanía de Dios, y Sus escogimientos divinos y
amor especial hacia Su gente”.
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