Segunda parte del Testimonio de Arturo Arana Lemaitre: YO ERA FABRICANTE DE DIOSES
EL SISMO DE SUCRE - 1948
Nota. Gran parte de las miserias de nuestro pueblo; divorcios, violaciones, fornicación, homosexualismo, borracheras, orgías, etc., es por la práctica de la doctrina de la iglesia Católica Romana, después de cada fiesta religiosa católica se desencadena una gran borrachera bendecida por los sacerdotes católicos, tenemos la fiesta de Todo Santos, Carnaval; Pascual, Corpus Cristi, Virgen de Guadalupe, todas comienzan con una misa y continúa con bailes, danzas, durante días bebiendo cerveza, chicha, trago (alcohol mezclado con agua saborizada), las formas varían en cada lugar pero en toda Bolivia tenemos este mal que ya es hora de ponerle punto final.
Querido lector, con la esperanza de que
estas líneas puedan llevarte a escuchar la Palabra de Dios y obedecerla. A fines del mes de febrero de 1948. La
comuna de Sucre por primera vez en la historia fue integrada con un miembro
femenino, señora muy respetable de la ciudad y que muy pronto fue utilizada
como instrumento de la iglesia Católica y qué, sorprendiendo a los señores
munícipes para vergüenza de la municipalidad de 1948 hizo decretar la prohibición de que pudiéramos continuar con
nuestros cultos y predicaciones al aire libre, como si un simple municipio
pudiera más que la Constitución Política del Estado, la cual no puede ser
mudada ni aún por el mismo Presidente de la
República y su gabinete; pues, sería menester para ello, llamar a otra
Convención, o Asamblea Constituyente.
Ante semejante atropello, pedí Audiencia al
Consejo y me fue concedida para el primer lunes de Marzo. Comprendiendo los
Sres. Munícipes que se habían dejado sorprender y que habían procedido
precipitadamente, en Sección Reservada –el viernes- decidieron revocar el
anterior Decreto y permitir nuevamente la ejecución de nuestros cultos y
predicaciones al aire libre. Decepcionadas las beatas y fanáticos que acudieron
al municipio, quisieron entonces hacer una demostración de fuerza y concluir
apedreando la casa en que vivíamos.
Mi señora y yo estábamos concluyendo de
comer, cuando escuchamos un terrible griterío y al mismo tiempo las voces de
nuestros sobrinitos que vivían en el alto, ya que nosotros alquilábamos el bajo
de la casa de una tía mía y ellos daban voces gritando: “Tío, están viniendo
con tiros y con piedras” Lo de los tiros era solamente susto de los pequeños
que estaban aquel día sin sus padres; pero el griterío en la calle era
terrible. Escuché la voz de mi conciencia que me decía: “Arturo, la casa no es
tuya y si te ocultas, la gente es capaz de apedrear y romper todas las puertas
y ventanas y tal vez entrar en la misma y destruir cosas que no son tuyas y
hasta quién sabe, pudieran hacer daño a tus pequeños sobrinos, tu deber es
salir y hacer frente a la muchedumbre”.
Realmente es una maravilla cómo el Señor me
cuidó y cerró las bocas de los leones, por así decirlo, pues a medida que yo
iba avanzando, los mueras Arana, mueran los herejes… iban cesando
paulatinamente y cuando yo llegué a la esquina no había nadie que vociferara en
contra mía. Antes más bien, un grupo de estudiantes y obreros me rodearon
haciendo un cordón para protegerme. La
manifestación se deshizo como por encanto y así como cuando el viento dispersa
la basura. No me imaginé que el Señor aquella noche me había librado de morir
quemado. Al día siguiente supe, que algunas beatas querían verme arder como una
vela. Aquella noche por primera vez en mi vida pude saber cuan cierta es la
Palabra en Josué 1:9: No temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo donde
quiera que fueres”.
Querido lector, esta fue la primera vez y
poco después tuvimos nuestra segunda experiencia: Faltaban pocos días para la
semana santa y comencé a dar una serie de conferencias diarias en el local de
la calle Junín y Plazuela Zudañez, anunciando que la Palabra de Dios podía
explicarnos todas las cosas.
Aquella noche, mientras estaba predicando
sobre el Cordero Pascual y mientras los fanáticos católicos hacían temblar la
puerta que quedaba al lado del púlpito con sus continuas pedradas y golpes,
pudimos ver la obra maravillosa del Espíritu Santo: Un joven que por primera
vez había entrado en el local, tocado por el Espíritu Santo, se levantó de su
asiento y vino a pararse a mi lado lleno de emoción y diciendo. “Yo creo en mi
Señor Jesucristo y le acepto como mi único y suficiente Salvador y Señor. Estoy
convencido de que las ceremonias ni las obras podrán llevarme a la gloria. Sé ,
que Dios quiere salvarme por su gracia y por su amor y que la salvación es por
fe y quiero aceptar ese regalo de Dios. Deseo renunciar a la vanidad de los
ídolos y las tradiciones de los hombres”.
Salimos del local y apenas habíamos andado
media cuadra, nos reconocieron; y en medio de una gritería espantosa, pronto
nos vimos rodeados de la turba de fanáticos que durante la hora que duró
nuestro culto, habían tenido tiempo más que suficiente para concentrarse en la
calle. Dicen que nos botaron piedras; pero, mentiría si dijera que llegó
alguna, ni tan siquiera nos dimos cuenta de ello y el Señor nos protegió…
Qué cierta es Su Palabra: No te desampararé
ni te dejaré. De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador
no temeré lo que me hará el hombre. Hebreos 13:5,6
Personas amigas vinieron a contarnos que
tenían los católicos el plan de simular un incendio de la Virgen de Guadalupe
(La Pachamama con el nombre de Virgen María), el ídolo favorito de la ciudad y
que está cuajado de oro y piedras preciosas de gran valor; y achacarme a mí la
hazaña. Satánico plan en verdad. De esa manera
habrían conseguido deshacerse de mí, hacerme desaparecer y tal vez
también seguramente habrían desaparecido algunas de las joyas de la imagen.!...
Entonces con mi señora pensamos que ya el
Señor nos había librado dos veces y que la tercera ya sería tentar a Dios;
resolvimos, ocultarnos mientras pasara la cuaresma. Salimos de Sucre a eso de
las ocho de la noche y guardando secreto de nuestra huída, fuimos a Yotala,
donde mis padres tienen una propiedad. Habrían pasado unos cinco días de
nuestra llegada y me encontraba yo leyendo una obra titulada; Diccionario
Teológico por el Abate Bergier y estaba intrigado y muy preocupado pensando en
lo que había leído aquel día. ¿Porqué ya Dios no hablaba a los hombres ni
directamente, ni por medio de sus ángeles.
Querido lector, puedo asegurarte que
aquella noche misma Dios habló a mi pueblo y a mí. Estábamos a punto de dormir
y en el preciso momento en que me disponía para apagar la lámpara de gasolina,
sentimos como si ratas andaran en el tumbadillo, “trrrr”, con un ruido algo más
fuerte que el suelen producir estos animalejos. Entonces mi señora y yo
pensando que tal vez era el puma (león americano) que escuchamos decir a los
colonos estaba rondando por los alrededores y había matado algunas ovejitas.
Con precaución, abrí la puerta que da al patio y vi que todo estaba tranquilo;
pero me llamó la atención al ver que el agua de la pila estaba agitada en
movimiento. Pensé entonces que se trataba de un temblor y pregunté al ponguito
que dormía en el corredor, qué había pasado, y él me dijo: “Señor la tierra
esta con chujchu” (terciana) momentos después, oramos al Señor y dormimos
tranquilamente.
Al día siguiente tempranito tuvimos las
primera noticias del terremoto en Sucre;
un campesino que había llegado de la ciudad, nos contó que habían escombros de
los techos en todas las calles, que algunas casas se habían caído, etc.
Entonces subí a la estación del
ferrocarril, que se encuentra dentro de la misma propiedad donde nosotros
estábamos refugiados. Allí, las primeras palabras que me dijo el telefonista
fueron las siguientes: “Señor ha sido algo terrible el sismo en Sucre, todos
los “santos” (imágenes) en las iglesias están pedazos, no hay luz eléctrica, ni
teléfonos. El único teléfono hábil que hay, es este el del Ferrocarril Sucre –
Potosí. Y así fue querido lector: Dios mismo por su propia mano habían
destruido a más de quinientos ídolos. En las iglesias habían caído los cuadros
cara al suelo y los monigotes de yeso o de cualquier clase de hechura de mano
de hombre habían caído también y estaban destrozados o rotos. Tanto alboroto
que hicieron por el santito que destruyeron en Uyuni y fastidiaron tanto a
nuestro hermano el Sr. Perry! ¿Porqué no protestaban ahora contra Dios mismo y
trataban de encarcelarle, puesto que Él había efectuado semejante destrozo?...
Los santos (esculturas de yeso y piedra) de la torre de la catedral, estatuas de gran tamaño, cayeron desde
arriba al suelo, haciéndose mil pedazos, otras quedaron inclinadas como
borrachos, otras sin cabeza y mutiladas en las mas graciosas formas…
Las casas de las beatas(religiosas fanáticas) que más nos habían
perseguido y molestado eran las que más había sufrido. El Señor les estaba
castigando. ¡No habían teléfonos en la ciudad; pero Dios hizo que quedara hábil
únicamente el que venía a donde yo me encontraba!... Nosotros no pasamos ningún
susto ni daño; pero, todos los que nos habían perseguido y molestado pasaron
momentos inolvidables y terribles. Cuando el terremoto, los pocos santos y
demás ídolos que salieron ilesos, en su gran parte fue porque sus beatas los
salvaron. En lugar de que sus ídolos les protegieran, ellas tuvieron que
proteger a sus fetiches!.. ¡ Y los siguen adorando!...
Al día siguiente volví a Sucre, a predicar
la Palabra del Señor y mostrarles que el
terremoto había sido un castigo divino.
Espero que escuches la palabra de nuestro
Salvador y que un día podamos gozarnos juntos en su presencia para toda la
eternidad. Que el Espíritu Santo te redarguya y te bendiga. Adora a Dios en
espíritu y verdad. El cielo no se compra ni se vende, Dios te lo ofrece gratis
por la fe en su bendito Hijo nuestro Señor Jesucristo. El es el único que puede
perdonarte y salvarte.
Hola; tuve el privilegio de conocer al autor.
ResponderEliminarEs un gran testimonio de vida que nos da un gran ejemplo y nos deja con el gran deseo de leer sus publicaciones como ser:
Yo era fabricante de dioses.
Tú eres Pedro.
Doctrina Cristiana.
Israel tu Rey viene.
La Séptima Trompeta.
Alguien puede orientarme cómo conseguir estos ejemplares?
Les estaremos agradecidos por la ayuda ya que somos un grupo de personas deseosas de leer estas publicaciones que hizo Arturo Arana Lemaitre.
Muchas Gracias !!
Mi correo es
olguimolina@gmail.com