viernes, 10 de agosto de 2012

JUDAIZAR LA IGLESIA


MANIA HEBRAICA Y JUDAIZANTE EN LA IGLESIA

           Mario E. Fumero
Se ha desatado una fiebre judaizante dentro de las iglesias evangélicasque nos está llevando a extremos heréticos muy peligrosos, pues ha surgido una serie de teorías dizque bíblicas que buscan formar un texto híbrido “hebreo-español”, intercalando palabras del idioma hebreo en el texto bíblico español, como si este último no estuviese completo.
Hermanos que siguen la línea mesiánica, me han enviado artículos y enseñanzas y personalmente pienso que no está mal el que algunos abracen esta tendencia siempre y cuando tengan raíces judías o quieran alcanzar a los judíos para el evangelio, y no se radicalicen negando la doctrina cristiana; pero me preocupa que estén desechando la traducción al español, afirmando que fue manipulada para dar un sentido contrario al que ellos proclaman. Esta afirmación de que todas las traducciones al español son incorrectas, refleja una mente desprovista de criterios respecto al proceso que implica una traducción e infortunadamente se muestra fanática y pro-judaizante, además de sustentarse en teorías absurdas que originan herejías destructoras. Lo peor no está en el uso de términos hebreos en contextos castellanos, sino el desechar su traducción a una lengua vernácula, afirmando que tales expresiones castellanas están erradas, y así  manipulan las doctrinas para dar paso a disparates que conducen a herejías, y a veces hasta blasfemias.
IMPONIENDO LOS TÉRMINOS HEBREOS
Para que me entiendan mejor pondré algunos ejemplos. Los mesiánicos radicales afirman que la traducción castellana están corrompida en su totalidad, y expresan lo siguiente: “las traducciones de las Biblias, primeramente del hebreo o arameo al griego sufrió miles de malas interpretaciones; y del griego al español muchísimas más, es por ello que estudio, lo más que pueda, las traducciones que hacen los hebreos”. Es cierto que el Antiguo Testamento se escribió en un Hebreo Antiguo, pero el Nuevo Testamento fue escrito en su totalidad en los idiomas arameo y griegoy los  textos originales en lengua aramea casi no existen, sino las traducciones bíblicas posteriores, que se han basado en copias antiguas, tanto del griego como del latín, aunque se han encontrado algunas porciones de textos antiguos escritos en arameo.
Yo tengo en mi poder una traducción del arameo galileo, que era la lengua en la época de Jesús, y no aparecen las aberraciones que afirman los mesiánicos modernos, al querer imponer palabras hebreas en expresiones del Nuevo Testamento[1]. Es triste que hayan afirmaciones como que “el judaísmo y el cristianismo y otras religiones, todas están amañadas por el hombre,” por lo que estos mesiánicos, que no son judíos, ni dominan el hebreo moderno y menos el antiguo, llegan a afirmar que aun los exegetas del judaísmo están mal, y que la iglesia ignoró la verdad por más de 1,800 años, llevándonos a un hebraicismo absurdo, en donde hasta decir Jesús se convierte en una aberración.
En realidad yo debo expresar los pensamientos bíblicos, sean griegos, hebreos o arameo en mi lengua vernácula, aunque no niego que pueden haber algunas palabras originales cuya traducción al español pierda brillantez, como por ejemplo, la expresión “Señor”  que en griego es Kyrios y en Hebreos Adonaí, término este que indica la soberanía y dominio de Dios sobre un reino o gobierno, pero en castellano no tiene la misma fuerza, ya  que cualquiera también puede ser señor, pero el sentido de titulo se manifiesta por una mayúscula. Sin embargo en Ingles hay tres palabras para decir señor: “míster” un señor cualquiera,  “sir” un señor respetable y “lord”  un señor soberano.
Los judaizantes modernos superan a los que existían en la época de los Gálatas, pues aquellos enfatizaban aspectos de las costumbres y doctrinas judías, como la circuncisión o la celebración de las fiestas judías, pero éstos hacen de las palabras hebreas un caos de manipulación interpretativa, e imponen al castellano el uso de expresiones hebreas, por ejemplo, en vez de decir mesías, quieren imponer el término “Mashiaj” que es una traducción del hebreo literal. De Igual forma eliminan “Jesús”, para obligar a decir “Yeshúa” que es la expresión  hebrea del nombre de Jesús. Pero este no es el problema, lo peor está en el manoseo que hacen de la expresión latina o castellanas de Jesús, al afirmar que esta palabra tiene otro sentido, y afirman que es  degradante y le dan significados absurdos, como que Jesús en castellano indica “cerdo” o que tal expresión es el nombre de un dios pagano. De la misma forma, eliminan el término castellano de “Espíritu Santo”, que procedente del griego en su traducción, para imponer la expresión hebrea de  “ruáj”, que es mas vaga en su sentido original y lo cual  analizaremos más adelante. Después, eliminan la traducción de Pascua, para decir Pesaj, que es la pronunciación hebrea de pascua, y así por el estilo, de forma tal que hacen un lio entre pronunciación hebrea con el castellano, imponiendo una cultura judaica en la Iglesia gentil  de habla castellana. Para que vean un ejemplo, veamos como exponen un texto bíblico adaptado a la mente supuestamente judaica de ellos: “Al día siguiente,Yojanán vio a Yehoshua que venía hacia él y dijo: “¡Este es el Cordero de YHWH  que quita el pecado del mundo! (Yojanan/Jn. 1:29). La traducción de Yohanán seria Juan, entonces ¿para qué viciar el texto con una mezcla lingüística?
ANALIZANDO EL IDIOMA HEBREO
Pero hablemos del idioma hebreo. El hebreo es una lengua semítica de la familiaafroasiática  que actualmente es hablada por más de catorce millones de personas en Israelcomo en el resto del mundo, pero no es el hebreo antiguo, conocido como “idish”,  el cual por ser tan santo, no se podía hablar, sino un hebreo moderno, con influencias occidentales. Su gramática y escritura es muy diferente al castellano, y una palabra puede tener varias connotaciones, máxime cuando el hebreo en un lapso de casi 14 siglos ha sufrido muchos cambios, por lo que el hebreo más antiguo difiere en ciertos aspectos del hebreo más tardío: “una periodización aproximada del antiguo hebreo es la siguiente: Hebreo bíblico arcaico, del siglo X a. C. al siglo VI a. C. correspondiéndose con el período monárquico hasta el exilio en Babilonia. Hebreo bíblico tardío, del siglo V a. C. al siglo III a. C. que corresponde con la dominación persa. Hebreo de los rollos del mar muerto, testimoniado entre los siglos III a. C. y el siglo I d. C. correspondiéndose con el período helenístico y romano anterior a destrucción del tempo de Jerusalén. Es el estadio de la lengua usada en los manuscritos del Mar Muerto (Qumrán). Hebreo de la Mishná, testimoniado entre el siglo I d. C. y el siglo III o IV d. C”[2].”
El hebreo dejo de hablarse por lago tiempo al considerarse una lengua sagrada, dando lugar a que en la época de Jesús dominará el griego y el arameo como lengua común, además del latín. El arameo contiene algunas palabras de raíz hebrea[3]. El hebreo en su forma de escritura y de lectura es diferente al castellano y griego. Se lee al revés, o sea los libros hebreos se leen de atrás para adelante y de derecha a izquierda. Espero que los judaizantes no introduzcan esta técnica también como una aberración más  dentro de la Iglesia.
Cuando los seguidores y defensores del mesianismo judaizante dicen que el idioma castellano y la Biblia en español están corrompidos al no seguir el sentido del idioma hebreo, muestran una total ignorancia, pues el hebreo moderno tiene palabras de origen español,  latín y  griego, y los que defienden esta corriente hebraica ignoran completamente tanto el hebreo antiguo, como el moderno. Ellos establecen un análisis teológico completamente fuera del contexto, y afirman que las enseñanzas y la Biblia fueron influenciadas por el Catolicismo Romano, pero antes del año 313, los padres de la Iglesia jamás proclamaron las aberraciones que estos movimientos mesiánicos modernos enseñan. Además, ninguna epístola fue escrita en hebreo. Ellos (los mesiánicos)  quieren descubrir lo absurdo, e incluso utilizan una hermenéutica descontextualizada para fabricar doctrinas heréticas, como el negar la divinidad de Jesús, establecer al Espíritu Santo como  una fuerza, y algunos elementos básicos en la teología bíblica y sistemática.
Ellos tratan de que aceptemos totalmente el TALMUD, e imponerlo como norma de conducta para los cristianos, lo que nos llevaría a matar a los adúlteros a pedradas (Lev 20:10) y a eliminar a los homosexuales como dice Levítico  20:13. Pero no, Jesús abolió parte del Talmud, y simplifico los diez mandamientos en dos cuando escribe la Palabra Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 12:35-40).
¿EN QUE IDIOMA PREDICO JESÚS?
Pero respecto al Nuevo Testamento cabe la pregunta ¿qué idioma hablaba Jesús?  Todos los eruditos coinciden en que Jesús, criado en Nazaret, región de Galilea, hablaba el arameo. Algunas de sus expresiones tales como “abba” y “ephphatta” proceden en su raíz de la lengua aramea, aunque sabía leer el hebreo y quizás lo hablaba con asentó de Galileo.
Creo que si escribo y traduzco algo a mi  idioma, debo tratar de expresar las palabras en mi lengua, salvo cuando la misma en su raíz, tenga elementos que en la traducción pueda alterar el sentido. No debemos condenar las expresiones  bíblicas en español, aunque reconozco que  algunas versiones están “descafeinadas”, pero no es por el factor hebreo, sino en la interpretación de los textos escritos en griego o arameo, los cuales se pueden manipular para adaptar el sentido a mi capricho o doctrina.
GRAVES  ERRORES DOCTRINALES
Respecto a algunos conceptos hebreos, debo decir que el vocabulario de dicha lengua en algunas expresiones bíblicas se queda corto o un poco pobre, porque hay palabras que pueden tener diversos sentidos, y si no se toma en todo el conjunto del quehacer del término, podemos caer en errores interpretativos, como está ocurriendo en estos momentos con algunos predicadores mesiánicos que en su manoseo de la Biblia, se aferran al Talmud y al hebraísmo, para corromper principios básicos de la doctrina cristiana. Como una pequeña muestra, hablaremos de tan solo una expresión hebrea que destruye la doctrina del Espíritu Santo, y es el término hebreo de “ruáj”, el cual se traduce como fuerza o acción, pero no como la persona del Espíritu Santo, y es que en hebreo no hay una palabra específica para referirse al mismo como una persona, por lo que los mesiánicos terminan negando la trinidad y la persona del Espíritu Santo.
La doctrina Bíblica establece que el Espíritu Santo es una persona Ello esta descrito por sus cualidades en el accionar[4]. La Biblia enseña que el Espíritu Santo;
  • a) Todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios 1ª Corintios 2.10. 
  • b) Habla a nuestra vida, Hechos 13.2, 21.11, 1ª Timoteo 4.1. 
  • c) Intercede por nosotros. Romanos 8.26. 
  • d) Nos enseña. Juan 14.26, Nehemías 9.20.
  • e) Nos guía. Hechos 16.6, Romanos 8.14. 
  • f) Testifica. Juan 15.26.
  • g)  Participa o tiene comunión entre los santos. 2ª Corintios 13.13.
  • h) Obra milagros. Hechos 10.38.
  • i) Nos llama y pone en puesto. Hechos 20.28. ,
Y esto no lo puede hacer una fuerza o influencia, como enseña la Nueva Era y los predicadores mesiánicos. La Palabra “ruaj” por lo tanto, tiene muchas connotaciones, y no existe en hebreo una palabra que defina claramente a la persona del Espíritu Santo, aunque  en el A.T. se puede interpretar de acuerdo al accionar del Espíritu en su obrar, a lo largo de la historia de Israel.
En el N.T. la palabra que se usa para referirse al Espíritu Santo es más clara, según se define “en la teología cristiana, el Espíritu Santo —o equivalentes como son, entre otros,Espíritu de DiosEspíritu de verdad o Paráclito (del hebreo שכינה (shejiná): acción o presencia de Dios, del griego parakletos: aquel que es invocado, del latín Spiritui Sancti: Espíritu Santo)— es una expresión bíblica que se refiere a una compleja noción teológicaa través de la cual se describe una “realidad espiritual”[1] suprema, que ha sufrido múltiples interpretaciones en las diferentes confesiones cristianas y escuelas teológicas[5]”. Esto me ha motivado a publicar en los próximos días un estudio teologico sobre la persona del Espíritu Santo según la Biblia.
OTROS DISPARATES JUDAIZANTES
Entre otros disparates de estos  “maestros” judaizantes, tenemos por ejemplo las enseñanza de  Jajam Obed bar talmon de los natzratim de la Florida,  el cual afirma que: “La palabra ‘Dios’ viene de la etimología y concepto pagano de las costumbres y leyendas de los romanos-griegos que así como se ‘oye’ Dios es Zeuz ni más ni menos que el ídolo superior de los cielos y el Olimpo”, lo que refleja no solo una manipulación, sino una ignorancia garrafal del castellano, pues la palabra “Dios” en la Biblia se refiere al Creador y sustentador de todo lo que existe, por cierto que, en el Antiguo Testamento encontramos esa palabra precedida del artículo “el” que individualiza y especifica al sustantivo DIOS, dejándonos saber  que DIOS , solo hay uno; ahora bien, cuando aparece la palabra “dios” entonces, es aplicable a cualquier divinidad de cualquier religión. Cuando dice que, “Esta palabra se incorporó en todas las naciones con la idea de perpetuar la religión romana y sus ídolos y de esta manera crear en las mentes del ser humano la relación de la “CREACION-CON DIOS”, están cometiendo otro error histórico, porque antes que  Roma existiera, ya se usaba el término Dios para referirse a un ser superior, y en el caso del paganismo, se usaba con una “s” al final “dioses” para ratificar la existencia de otros dioses. Es como decir la “persona”   la cual puede referirse a uno en particular, o a cualquier en general.
Lo terrible de toda esta corriente es que nos lleva a tratar de vivir, como cristianos, todas las ordenanzas del Talmud, e imponer como norma de conducta incluso los sacrificios de animales, y el sometimiento a toda una serie de normas talmúdicas que dejaron de existir incluso para los mismos judíos. Es necesario investigar más a fondo todo lo aquí señalado, y no dejarse envolver con tanta manipulación hebraica que violentan la verdad, y debemos respetar el sentido de las palabras y de la historia para entender que en Jesucristo esta nuestro descanso y esperanza.
En resumen, estos modernos judaizantes quieren hebraizar el texto bíblico escrito en español, sustituyendo palabras en español por palabras hebreas. ¿Qué consecuencias traerá a quienes acepten esta peculiar forma de “pensamiento”? En primer lugar, vendrá la confusión, sobre todo si el oyente ignora la palabra de DIOS y a renglón seguido llegará la frustración y al final se presentará la deserción, como sucedió con las iglesias de Galacia, las cuales aceptaron la Ley y dejaron el Evangelio, se sometieron a las obras y rechazaron la Gracia. ¿No le parece que si fuese obligatorio hablar en hebreo, el Señor lo hubiese dicho en San Juan 17:20 y en Mateo 28:20?.

1 comentario:

  1. En los preparativos del Concilio Vaticano ll, rabinos y masones conspiraron para derrotar a la Iglesia, infiltrando directrices judaizantes con el pretexto de adecuar el discurso de la Iglesia a los tiempos modernos, cuidando despejar del camino de la fe, los obstáculos que impiden el dialogo con el judaísmo. Objetivo perseguido por Sn Pablo al convertir en religión el movimiento cristiano inicialmente laico, a fin de que los judíos cristianos siguieran siendo Israel, observando las tradiciones de sus ancestros, guardando la Ley de Moises, y los gentiles cristianos ayudaran a Israel a llegar a ser la principal de las naciones. Las implicaciones judaizantes post Conciliares alcanzaron su clímax en los pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI, causando la oposición de los sedevacantistas que desconocen los cambios modernistas tratando de evitar la abrogación sutil de los dogmas de la divinidad de Cristo, la divina Trinidad, la Nueva Alianza, los Evangelios y Cánones antisemitas fruto de los concilios organizados para defender a la Iglesia de los eternos ataques de la Sinagoga, a fin de exonerar a el pueblo judío del crimen de Cristo y convertir a la Iglesia Católica en una escuela bíblica(Noeajida). Ante la justa oposición de los padres de FSSPX a los cambios modernistas judaizantes de la Iglesia post conciliar, los barones de la banca mundial judía representados por Wolfgang Tírese en la resiente entrevista con el Cardenal Kart Koch, pidieron a Benedicto XVI que durante las negociaciones entre la fraternidad sacerdotal Sn Pio X y la Santa Sede se exigiera a los lefebvristas la aceptación de la encíclica “Nostra Aetate”, que marca la posición de la Iglesia ante los judíos. Haciendo evidente la subordinación apostata de la Iglesia postconciliar a las directrices de los príncipes de la sinagoga y el gobierno mundial judío, y la traición a Cristo de Juan Pablo II y Benedicto XVI, jefes de los conjurados. La áctica sutil (elevada a dogma de fe) empleada por Juan Pablo II para derribar las defensas conciliares de la Iglesia contra los ataques de la Sinagoga, opinando falazmente que “los judíos son nuestros hermanos mayores en la fe” (siendo acérrimos enemigos del cristianismo, desde la Iglesia primitiva hasta nuestros días). Amerita la revisión jurídica del diferendo pontificio __{opuesto a la sentencia culposa dictada por Cristo [Mateo XXIII, 1 al 35] en su diatriba contra el puritanismo hipócrita de los sacerdotes y escribas de la Sinagoga, señalando como reos de pena eterna a los seguidores de la doctrina judía (ethos: religión racista) y la conducta (pathos criminal y genocida serial) de Israel. A la luz de los genocidios seriales bíblicos e históricos cometidos por el pueblo judío, a fin de determinar la vigencia del ad quem recurrido}__ que decidirá la victoria o derrota del judaísmo sobre el cristianismo y, la trascendencia o la involución de la humanidad; por ello, exigimos la abdicación inmediata de nuestro actual pontífice Francisco l°, porque no solo continua la sutil apostasía pontificia de sus antecesores, sino porque descaradamente la promueve pretextando impulsar el diálogo inter religioso y el ecumenismo. http://es.scribd.com/doc/17330520/COMPLOT-MUNDIAL-CONTRA-EL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD

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